El secreto para tener unas nalgas bonitas es la combinación de 3 factores: realizar ejercicios específicos, una dieta rica en proteínas y unos cuidados particulares que les proporcionen buen aspecto.
Para la mujer que tiene que estar muchas horas sentada en el trabajo intentar no apoyaros plenamente en el asiento. Hay que sentarse, más bien, hacia el borde de la silla, manteniendo la espalda recta. Si es posible, intercalar breves períodos de descanso, efectuando una serie de flexiones.
Utilizar una crema exfoliante dos veces por semana porque la piel de los glúteos es bastante más áspera que la de otras zonas del cuerpo. Con la exfoliación se favorecerá la penetración de los activos adelgazantes.
Un chorro de agua fría para reafirmar los tejidos también es aconsejable.
Por la mañana y por la noche aplicar un buen masaje con una crema anticelulítica.
Se pueden realizar en centros de estética (masajes manuales) o en casa. Se deben empezar con una mano en cada nalga y ascenderla presionando con fuerza, desde la zona inferior del glúteo hasta la cintura y, a continuación, descender con suavidad. La segunda fase consiste en dar golpecitos para activar la circulación sanguínea. Acabar el masaje con unos movimientos ascendentes.
Andar, pasear, correr, nadar, bailar, montar en bicicleta, equitación... son algunos de los ejercicios que ponen a punto las nalgas. Lo ideal es hacerlos 45 minutos tres veces por semana para fortalecer los músculos de esta zona. Si eres constante, en unos días habrás tonificado no sólo tus nalgas sino tus muslos y caderas, que notarás mucho más firmes.
Subir las escaleras apoyándose únicamente con la punta de los pies. Cuando estamos de pie hay que apretar los glúteos mientras se cuenta hasta diez: descansar y repetir el ejercicio diez veces.
Es importante tomar proteínas. La ingesta diaria de proteínas debe estar entre 300 y 500 grs. al día, de lo contrario la pérdida de peso comporta una pérdida de masa muscular y un aumento de agua. Una dieta basada sólo en frutas y verduras no es suficiente para mantener los músculos de los glúteos firmes.
En la nevera no deben faltar alimentos como las carnes magras (pollo, pavo), el pescado blanco y azul (merluza, gallos, lenguado, salmón, sardinas), los huevos, la leche desnatada y los yogures desnatados.
Bebe mucha agua y consumir poca sal. Reducir el consumo de bebidas gaseosas y evitar el estrés.
Aunque la genética es un elemento clave en su formación la celulitis también puede aparecer debido a una mala circulación, por desajustes hormonales de estrógenos que facilitan la acumulación de grasa, por motivos alimenticios -si la dieta no es la correcta- o incluso emocionales, ya que el estrés facilita que la grasa se instale a su antojo.
Pasar un rodillo de masaje (cilindro estriado de madera) ejerciendo presión, por el glúteo, de arriba a abajo, 20 veces al día.