Las nalgas es un zona de nuestro cuerpo rica en unidades folículo-sebáceas; esa es la razón por la cual es relativamente frecuente que aparezcan en esta zona lesiones acneiformes en forma de "granos". En función del tipo de trastorno que existe en las unidades pilo-sebáceas, se produce un tipo de lesiones u otro.
Es la inflamación e infección bacteriana del vello de la zona. Se manifiesta en forma de pápulas rojas ("granos") y pústulas ("granos de pus"). Cuando el área afectada es más amplia pueden formar forúnculos y es posible encontrar nódulos subcutáneos. Por lo general se trata de un trastorno agudo y autolimitado, que se resuelve con un tratamiento antibiótico adecuado. Sin embargo las personas que sufren dermatitis atópica tienen cierta tendencia a presentar brotes recurrentes o lesiones de forma permanente, debido a la flora bacteriana que posee su piel. En estos casos es recomendable emplear un preparado antiséptico de forma regular para la higiene habitual, y en ocasiones tratamiento con antibióticos tópicos periódicamente.
Existe también un trastorno crónico en el proceso de formación de las capas superiores de la piel en el área folicular denominado queratosis pilar. En ésta, se producen pequeños tapones de queratina en la apertura del folículo, cosa que impide la correcta exteriorización del vello en su crecimiento. Los tapones córneos se manifiestan como pápulas queratósicas eritematosas (granos rojizos y de tacto rasposo), con el techo plano, y ocasionales vellos enredados dentro del poro. Son muy frecuentes en la cara posterior de los brazos y en las nalgas. Generalmente no provocan síntomas aunque pueden provocar picor y problemas estéticos ya que la piel adopta el aspecto de piel de pollo rasposa. El tratamiento va dirigido a eliminar los tapones córneos del folículo y a disminuir la inflamación consiguiente, mediante la aplicación de emolientes con poder queratolítico (urea, ácido salicílico) y ocasionalmente el uso de corticoides con antibiótico tópicos cuando existe inflamación o signos de infección.
Es una inflamación crónica de las glándulas ecrinas de la zona. Esta enfermedad crónica se manifiesta como comedones gigantes (espinillas), con pústulas y nódulos muy inflamatorios persistentes, que se sitúan en las nalgas, los pliegues axilares/inguinales e incluso en la zona genital o submamaria. La hidradenitis supurativa ecrina es una enfermedad que puede tener un impacto intenso en el ritmo de vida habitual de los pacientes más afectados, y no es raro que requiera largos cursos de tratamiento antibiótico oral o bien con derivados de la vitamina A orales.
Es muy rara la aparición de acné en las nalgas pero es posible. Habitualmente suelen acompañar a formas extensas de la enfermedad, con más lesiones en la espalda, el pecho y/o la cara. El tratamiento es más específico y suele requerir terapia oral con derivados de la vitamina A, que optimizan la función de las glándulas sebáceas y consiguen eliminar el acné de forma definitiva la gran mayoría de veces.