Caracterizado por comedones, puntos blancos o inflamaciones de la piel, el acné es una dermatosis que también concierne a los adultos. Puede tener repercusiones psicológicas, particularmente debido a las lesiones que puede dejar sobre el rostro o sobre las partes visibles del cuerpo.
A continuación un panorama sobre los síntomas, las causas y los tratamientos que pueden ser aplicados sobre el acné en el adulto.
El acné es una dermatosis crónica frecuente. Muy a menudo encontrada en los adolescentes, pero que también afecta al 20 % de los adultos, según estadísticas francesas.
Como en los adolescentes, la dermatosis es provocada por un exceso de grasa, que favorece la multiplicación de las bacterias. La glándula sebácea se obstruye a causa de moléculas inflamatorias. Esto provoca lesiones retencionales y lesiones inflamatorias. En los adultos, las lesiones son inflamatorias más a menudo que retencionales. El acné aparece en la piel grasa, puede tratarse de una recaída después de un episodio acnéico durante la adolescencia o de un acné que hace su aparición a la edad adulta.
En el adulto, el acné puede manifestarse bajo varias formas: comedones, microquistes, acné papulonodular en el caso de una inflamación importante, que puede conducir a una inflamación marcada con nódulos.
La prevalencia en la mujer adulta es más importante que en el hombre adulto.
En la mujer, la dermatosis se traduce más a menudo por pústulas alrededor de la boca y el mentón, mientras que en el hombre se manifiesta más a menudo sobre la espalda] y el cuello.
Las hormonas son una de las primeras causas de acné en el adulto. En la mujer, la intensidad de la dermatosis puede variar según el ciclo menstrual. La progesterona producida antes del período de las reglas estimula la actividad de las glándulas sebáceas.
Algunos anticonceptivos orales también pueden favorecer el acné en la mujer adulta.
Notar: Fuerte prevalencia en las mujeres que tienen una piel grasa que secreta mucho sebo y que conocen fluctuaciones hormonales importantes.
El tratamiento puede variar según las formas de acné con predominio inflamatorio, según si la dermatosis es localizada o extendida.
El tratamiento local consiste en eliminar células cutáneas muertas y limpiar los poros de la piel. En los casos más graves una loción antibiótico es prescrita.
El tratamiento por vía oral corresponde a una toma de anticonceptivos orales para regular la actividad de las hormonas (en la mujer), o de antibióticos orales (tetraciclinas, minociclina) para las dermatosis más extensas y prolongadas.
El tratamiento del acné pasa también por la prevención. Ciertos factores pueden ser desencadenantes o agravantes del acné en el adulto.
Puede tratarse de frotamientos o contactos prolongados con los cabellos o con un casco o una gorra, una exposición al sol que provoca un mejoramiento únicamente pasajero o la manipulación de los granos. El hecho de tocar los granos aumenta el riesgo de inflamación y disemina los gérmenes.
Los brotes de acné en el adulto pueden ser limitados si se deja de fumar. Al igual que el sol, el tabaco provoca un espesamiento de la piel y provoca un recrudecimiento de los granos.
La piel debe ser correctamente limpiada para evitar el exceso de grasa. La utilización de productos grasos es desaconsejada. Desmaquillarse diariamente es recomendado en las mujeres.
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