La acné es una afección de la piel o dermatosis, no contagiosa, debida a un aumento de la secreción de sebo por las glándulas sebáceas asociada con fenómenos de inflamación. Es responsable de espinillas (puntos negros) o comedones. La forma más corriente es el acné juvenil, que aparece en 4 adolescentes sobre 5, principalmente a nivel de la cara y a nivel del tórax. Otras formas son::
En la pubertad la producción de hormonas sexuales, especialmente la testosterona, da lugar a la piel grasa o hiper-seborreica, que se reconoce por su aspecto brillante. El sebo se acumula en los poros que se obstruyen y se forman granosy microquistes o lesiones inflamatorias. El acné severo da lugar a la aparición de nódulos superiores a cinco milímetros de diámetro. En su forma más grave, el acné conglobata, aparecen abscesos profundos en la cara y también en la espalda. En cuanto al acné del bebé, se manifiesta con lesiones de acné en la cara o espalda. Dura solo algunas semanas o algunos meses.
El diagnóstico del acné lo realiza un médico de cabecera o un dermatólogo. El acné juvenil corriente no requiere de otros exámenes. En cambio cuando aparece acné en mujeres adultas se debe hacer una prueba de sangre y una ecografía de los ovarios para determinar de las causas de la secreción excesiva de hormonas masculinas.
La acné debe ser objeto de un tratamiento local que se acompaña de una limpieza diaria de la piel acneica con productos no agresivos adaptados a la piel grasa que disminuyan la secreción de sebo. Según el tipo de acné, el tratamiento puede ser combinado o limitarse a:
Además, una crema hidratante debe ser aplicada por las mañanas. Para los casos de acné severo o un acné conglobata, se asocia un tratamiento oral con antibióticos, un tratamiento hormonal en el caso de las mujeres, incluso un potente derivado de la vitamina A que exige una toma paralela de un anticonceptivo oral ya que este producto, tomado durante el embarazo, puede ocasionar problemas muy graves en el feto. Un tratamiento estrictamente seguido dá buenos resultados. Las cicatrices pueden ser parcialmente eliminadas por un profesional (exfoliaciones, abrasión con laser, etc.).
El sol reduce transitoriamente las lesiones, pero aumenta la formación de puntos negros, por lo que debemos protegernos de él. Los productos de tocador suaves, no irritantes, no alcalinos como los jabones de glicerina o el aceite de almendras dulces, son los preferidos. La manipulación de los granos y el descamado de la piel deben quedar prohibidos.