El timo es un órgano que se localiza en la parte superior del tórax, por detrás del esternón. El timo es muy activo en la primera infancia, y después su tamaño va disminuyendo progresivamente e involuciona a partir del 2º año de vida.
A nivel del timo maduran algunas células que fabrica la médula ósea, los linfocitos T, que tienen una función en la defensa del organismo. Esta maduración es posible gracias a la secreción de unas hormonas tímicas, de las que forma parte, particularmente, la timulina.
A pesar de su pequeño tamaño (aproximadamente: 5-6 cm de longitud, 4-5 cm de ancho, 6-8 mm de espesor y 30-40 g de peso) esta glándula tiene una función muy importante en el sistema inmunitario. Cuando está ausente (por accidente o por defecto genético) aparece una inmunodeficiencia severa y una alta propensión a las infecciones.
La función del timo es la de madurar y diferenciar los linfocitos T que fabrica la médula ósea (estas células son un tipo de leucocito o glóbulo blanco, cuya cometido general es reconocer y destruir sustancias extrañas o agentes infecciosos).
Se origina de la tercera bolsa branquial en el feto, que aparece completamente desarrollada en el tercer mes de gestación. Después continúa creciendo hasta la pubertad donde alcanza su máximo crecimiento (entre 30 y 40 g). Luego involuciona atrofiándose de forma progresiva y constante: el tejido del timo es sustituído por tejido adiposo y conectivo. En la edad adulta pesa entre 10 y 15 g, siendo sustituido buena parte de él por tejido adiposo.
El timo ejerce una clara influencia sobre el desarrollo y maduración del sistema linfático y en la respuesta inmunitaria defensiva de nuestro organismo. También puede influir en el desarrollo de las glándulas sexuales. También puede considerarse como un órgano del sistema endocrino y por tanto una glándula endocrina, ya que secreta hormonas y otros factores solubles, que además de controlar la producción y maduración de los linfocitos T en el timo, regulan la actividad y las interacciones de las células T en los tejidos periféricos. Se conocen tres polipéptidos, con características hormonales, secretados de este órgano, que son la timolina, la timopoyetina y la timosina.
Es una patología poco frecuente. Se tienen más probabilidades de tener cáncer de timo si se tienen otras enfermedades como la miastenia grave, el lupus o la artritis reumatoide. A veces es asintomático y en otra ocasiones puede manifestarse con una tos persistente, un dolor en el tórax o dificultad para respirar.
El tratamiento más común es la cirugía para extirpar el tumor. Otras opciones incluyen radioterapia y terapia hormonal.