El embarazo es un estado natural pero pueden aparecer complicaciones tanto para la madre como para el niño. La implantación del embrión y de la placenta puede provocar un embarazo ectópico (extrauterino) o anormalidades como la placenta previa que provoca un riesgo de hemorragia, retrasos en el crecimiento del feto o una incapacidad para un parto por vía vaginal. La hipertensión arterial y la preeclampsia deben ser supervisados de cerca ya que puede representar un riesgo vital para la madre y para el niño. También puede aparecer una diabetes gestacional. También es posible un parto prematuro.