Un embarazo ectópico ( GEU ) es un embarazo patológico cuyo desarrollo se realiza por fuera de la cavidad uterina. El huevo embrionario no emigra hasta el útero y se sitúa en las trompas de Falopio en la mayoría de los casos. También puede implantarse en otras zonas. Varios factores han sido identificados responsables de un aumento del riesgo de desarrollar un embarazo ectópico: el tabaco, ciertos tipos de píldoras anticonceptivas (las microprogestativas), el DIU, la fecundación in vitro o las enfermedades que afectan a las trompas de Falopio (salpingitis en particular).
El embarazo ectópico es un embarazo patológico.
Los síntomas son:
El diagnóstico se hace a través de una consulta ginecológica. Con la palpación el ginecólogo puede provocar dolor o sentir una masa pélvica. Un examen con el espéculo y un tacto vaginal completan el exámen. Dos exámenes son indispensables para confirmar el diagnóstico de GEU: la dosificación sanguínea de la tasa de BHcG, una hormona que aumenta progresivamente a principios del embarazo, y una ecografía que permite comprobar la ausencia de embarazo en la cavidad uterina y localizar el GEU. En los casos más graves, el embarazo extrauterino puede ser diagnosticado después de la rotura de un trompa: sangrados abdominales pueden provocar hemorragias que deben ser tratadas rápidamente.
La hospitalización está indicada en casos de embarazo ectópico. Se debe realizar un seguimiento durante el tratamiento. El tratamiento es médico o quirúrgico según lo avanzado del embarazo y la localización. El tratamiento médico consiste en la inyección intramuscular de una molécula, el metotrexate; se debe hacer un seguimiento de la disminución de la tasa de BHCG que permitirá confirmar el final del embarazo. La alternativa quirúrgica es preferible siempre que sea posible y requiere la aspiración del embrión una vez localizado. En algunos casos, s debe también extirpar la trompa: se le denomina una salpingectomía.