La lactancia se define por la secreción de leche por las glándulas mamarias después del parto. La bajada de la leche es un fenómeno bastante corriente que puede tener también otros orígenes: el estrés, la fatiga, una patología como una gastroenteritis, el tabaquismo, la toma de la píldora contraceptiva, los suplementos alimentarios, una mala manipulación de un seno o una falta de estimulación. Es importante observar la reacción del bebé durante y después de la lactancia (si está nervioso, incómodo). Una buena hidratación y siestas frecuentes permiten, en general, aumentar la lactancia.