La proteína C reactiva (PCR) es una proteína que aparece en la sangre en caso de inflamación en el organismo. La tasa sanguínea de PCR aumenta rápidamente en algunas horas desde el inicio de la inflamación y fluctúa según la evolución de esta. Por lo tanto, representa un marcador biológico fiable de una reacción inflamatoria.
El análisis de la proteína C reactiva, de una muestra de sangre, es una prueba regularmente utilizada para confirmar la existencia de una inflamación, pero también para seguir la evolución porque la proteína C desaparece rápidamente al final de la inflamación.
Un valor normal de la proteína C reactiva debe ser inferior a aproximadamente 6 mg/litro, según las etnias.
Un nivel de PRC superior a 6 mg/litro puede ser el signo de una infección común o de otras patologías como por ejemplo una pielonefritis, una enfermedad neoplásica (por ejemplo: cáncer de pulmón), una enfermedad autoinflamatoria (por ejemplo: poliartritis reumatoide), una glomerulonefritis, un esclerodermia, una artritis o incluso una quemadura.
Las normas pueden ser diferentes según los laboratorios y las técnicas que utilizan. Es importante saber que los resultados no constituyen un diagnóstico. Es muy importante consultar a un médico que prescriba exámenes complementarios o un tratamiento eventual.