El sarro dental, también conocido como tártaro, es una capa que se forma de restos de alimentos,
sales minerales, desechos celulares y millones de
bacterias que se van adhiriendo progresivamente a los
dientes por falta de una
higiene adecuada.
Composición del sarro
El sarro esta formado por residuos de alimentos, por la
saliva, por la bebida, el tabaco, etc. Aparece una capa calcárea que embadurna los
dientes y los ensucia. A esta placa, que tiene una coloración oscura, la denominamos sarro.
Problema frecuente
El sarro es uno de los problemas de la
dentadura más frecuente. No sólo es un problema estético si no que también puede ser un problema de salud que daña los dientes, ya que si no es eliminado puede provocar
inflamación en las
encías, sangrado de las mismas,
mal aliento y hasta
perdida de los dientes.
¿Dónde se localiza?
El sarro suele situarse en las caras anteriores de los dientes. Se reconoce por ser de consistencia dura, superficie irregular, color
café, y
sensación de tener la
boca amarga, además de la
halitosis o mal aliento. La placa bacteriana que no se remueve de las superficies exteriores de los dientes se solidifica y se convierten en sarro.
¿Cómo se elimina el sarro?
Una vez el sarro se ha adherido a los dientes la única manera de eliminarlo es mediante un tratamiento conocido como tartectomía, que es completamente indoloro.
Prevenir la formación de sarro
Lo más importante es mantener una higiene dental correcta: siempre que sea posible deben
cepillarse los dientes más de dos veces al día. Los cepillos dentales deben ser pequeños y de cerdas suaves y redondeadas, permitiendo acceder a todos los rincones de la dentadura.
Se recomienda utilizar una pasta dental con
flúor y cambiar de cepillo cada 2 o 3 meses.
Como los cepillos dentales no llegan a ciertos puntos interdentales es recomendable el uso de hilo dental para limpiar estas zonas oscuras.
Consultar con el Odontólogo
Se recomienda una consulta con el
odontólogo o higienista dental cada 6 meses para hacerse una limpieza profunda y un examen oral. Es aconsejable evitar comer dulces o productos azucarados y no
fumar.
Saber más