En el caso de los bebés, el consumo de los alimentos sólidos debe empezar de forma progresiva a partir de los 6 meses, mientras que el consumo de los alimentos más alergizantes (leche de vaca, huevo, cacahuate, pescado, mostaza, vegetales oleaginosos como el guisante, las lentejas o la soja) debe comenzar mucho después.
Estudios recientes indican que es posible empezar a alimentar al bebé con huevos y pescado antes del primer año de edad, es decir, alrededor de los 9 o 10 meses. Una indicación que hasta ahora no había sido recomendable. Consulte a su médico, sobre todo en caso de antecedentes de alergias en la familia o en caso de que el bebé ya haya presentado síntomas de alergia.
Evite el kiwi y el apio antes del primer año de edad. Alimente al bebé con verduras cocidas y con compota de frutas a partir de los 6 meses. Espere unos cuantos meses más antes de alimentarlo con guisantes pequeños, apio, tomate o banana. Alimente al bebé con frutas y verduras cocidas.
No introduzca en la dieta del bebé más de un alimento a la vez y espere como mínimo ocho días antes de agregar otro. Es preferible alimentar al bebé con "comida casera" antes que con potitos industriales ya que la composición de éstos nunca se conoce con exactitud.
No alimente al bebé con frutas de cáscara dura enteras (nueces, avellanas,...) antes de los 5 años (para evitar el riesgo de atragantamiento) ni en pedazos antes de los 3 años. No alimente al bebé con cacahuetes enteros antes de los 5 años ni en trozos antes de los 3 años. La conveniencia de una dieta estricta sin cacahuete debe ir precedida por un examen alergológico.