La albahaca es una planta medicinal y aromática con tallos llenos de ramas que suelen alcanzar los 30 cm de altura. Las hojas de la albahaca son ovaladas y muy verdes y las flores de color blanco violáceo.
La albahaca es originaria del continente asiático, de la India, en concreto.
La albahaca se ha convertido en una planta indispensable y muy utilizada desde la antigüedad tanto por sus múltiples propiedades medicinales como por su versatilidad culinaria y el sabor tan característico que aporta a los platos.
La albahaca es un antiinflamatorio natural para el sistema digestivo. Su consumo reduce los gases intestinales y con ellos las flatulencias, además de calmar el dolor de estómago y los vómitos. También facilita la buena digestión de los alimentos.
Tanto las hojas como el aceite de albahaca tienen propiedades antibacterianas que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir las infecciones. Las hojas pueden aplicarse directamente sobre las lesiones para impedir la proliferación de virus, hongos y bacterias. Su consumo mejora las afecciones respiratorias. Para calmar el dolor de garganta y la tos se aconseja realizar gárgaras con infusiones de esta planta. Asimismo, la albahaca puede resultar muy eficaz contra la laringitis y la faringitis.
La albahaca es rica en flavonoides y betacarotenos, dos sustancias que contienen antioxidantes, de modo que su consumo combate los radicales libres, previene el envejecimiento prematuro y ayuda a combatir varios tipos de cáncer.
La albahaca es muy beneficiosa para el sistema cardiovascular. Precisamente, las propiedades antioxidantes de esta pequeña planta evitan las obstrucciones de las venas debido al colesterol y mejoran la salud de las arterias. Por otra parte, su alto contenido en magnesio relaja los músculos y las venas y facilita el flujo sanguíneo.
Las infusiones a base de hojas de albahaca, cardamomo, leche y azúcar se emplean para bajar la fiebre. Se aconseja tomar esta infusión cada dos o tres horas.
Asimismo, la albahaca ayuda a eliminar los cálculos o piedras del riñón y alivia la inflamación de las vías urinarias.
La albahaca se emplea como repelente natural contra los mosquitos. Para ello se aconseja cultivarla en pequeñas macetas que deberán colocarse en las ventanas. Las cataplasmas de hojas de albahaca combaten la hinchazón propia de las picaduras de mosquitos.
También se ha comprobado su eficacia para curar las llagas bucales. En este caso, se deben moler las hojas y aplicarlas en la zona afectada.
Asimismo, la infusión de hojas de albahaca es un remedio natural contra el acné. Basta con aplicar la infusión sobre el rostro, la espalda o el pecho.
Esta pequeña planta aromática es una aliada de las mamás ya que, además de estimular la producción de leche materna, alivia los pezones irritados.
La albahaca resulta muy beneficiosa para las personas que tienen problemas dentales. El modo de empleo consiste en dejar secar las hojas de albahaca y elaborar un polvo al que después se añadirán aceites esenciales. Esta preparación se utilizará a modo de pasta de dientes.
La albahaca se usa como remedio contra el estrés, el insomnio y la ansiedad porque relaja el sistema nervioso. Basta con mascar doce hojas, dos veces al día.
Esta planta también combate la fatiga física y mental.
La albahaca mitiga los dolores de cabeza. Para el dolor de cabeza se recomienda hervir las hojas de esta planta hasta que el agua se reduzca a la mitad. Después se deja reposar aproximadamente cuatro minutos, se cuela y se deja enfriar antes de tomar una cucharada de esta preparación con un poco de agua, una vez cada hora.
Para devolver la fuerza al cabello y evitar su caída basta con añadir 100 g de hojas de albahaca a 250 ml de agua hirviendo. Después se tapa y se deja reposar veinte minutos, se cuela y se masajea diariamente el cuero cabelludo con la preparación.
El aceite esencial de albahaca no debe emplearse durante el embarazo ya que contiene estragol, un compuesto aromático que puede tener efectos carcinógenicos sobre el feto.
Tampoco se recomienda su consumo continuado o la ingesta de dosis superiores a las recomendadas porque podría favorecer el desarrollo de algún tipo de cáncer.
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