La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico que evoluciona de forma crónica en el tiempo. Se caracteriza por la asociación de trastornos mentales agrupados bajo el nombre de síndrome disociativo y de un delirio permanente del paciente, es decir, ideas falsas y pensamientos que están en desacuerdo con la realidad de los hechos. La esquizofrenia se inicia principalmente en adolescentes y en adultos jóvenes menores de 35 años. Se estima que una persona de cada 100 es esquizofrénica. La esquizofrenia no tiene cura, pero su seguimiento permite al paciente tener una calidad de vida lo más normal posible. Las causas de esta enfermedad no se conocen con precisión.
Las manifestaciones de la esquizofrenia son muy diversas. Sin embargo, en general, tienen algunos puntos comunes:
La existencia de un síndrome disociativo, es decir: Alteraciones del funcionamiento normal del cerebro, o disociación intelectual, pudiendo tomar la forma de disturbios de la lógica con propósitos absurdos, un pensamiento desorganizado que se manifiesta por desórdenes o disturbios del lenguaje con utilización de palabras que no existen;
Problemas de conducta: el esquizofrénico frecuentemente es calificado como un individuo extraño y original ;
Trastornos emocionales que pueden manifestarse con una cierta indiferencia o más bien lo contrario, una exageración de las condiciones.
La evolución clásica es hacia una "retirada autista", es decir, con un encerramiento en sí mismo o incluso la pérdida total de relaciones con los demás, y el aislamiento.
El diagnóstico de la esquizofrenia no es fácil de establecer. Los síntomas deben persistir durante más de seis meses, y debe tener un cierto impacto sobre la persona. Algunos criterios precisos son necesarios para hacer el diagnóstico de esquizofrenia. Una evaluación complementaria con un análisis de sangre, la ausencia de intoxicación por sustancias y la utilización de técnicas de imagen cerebral (TAC, RMN) son sin embargo necesarias para eliminar cualquier causa orgánica.
Para el tratamiento de la esquizofrenia los médicos recomiendan una atención multidisciplinaria con un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social y una enfermera. La familia juega a menudo un papel importante en este soporte. Los medicamentos también son necesarios y se utilizan:
El tratamiento de la esquizofrenia es particularmente dificil y deben ser seguidos de por vida.