Las alergias oftálmicas pueden manifestarse en varias formas, que principalmente son, la conjuntivitis, la queratoconjuntivitis y la blefaroconjuntivitis.
El tratamiento de la alergia comprende medidas de evicción cuando son posibles. Representan el primero de los tratamientos con el fin de evitar todo contacto con el alérgeno y disminuir la aparición de los síntomas.
La desensibilización, también llamada inmunoterapia específica o vacunoterapia de alergias, constituye hasta hoy, el único tratamiento que puede permitir curar ciertas alergias como por ejemplo la relacionada a ácaros, al polen y a los himenópteros. Este método consiste en acostumbrar progresivamente al organismo al alérgeno responsable de la alergia, administrándole dosis crecientes de una vacuna alergénica, hasta obtener la dosis eficaz.
Los medicamentos antihistamínicos pueden contribuir al mejoramiento de las manifestaciones alérgicas oftálmicas.
El uso de gafas solares permite una protección de los ojos, la aplicación de compresas frías y la instilación de lágrimas artificiales representan medidas simples que pueden aliviar los primeros síntomas.
Los colirios antihistamínicos como el allergodil o el levophta forman parte del arsenal terapéutico de las conjuntivitis alérgicas.
Los antidegranulantes mastocitarios comprenden cromoglicato de sodio y se prescriben en la prevención de la conjuntivitis alérgica durante varias semanas o varios meses. Citemos entre los más utilizados, el opticron, el multicron, el cromedil y el cromabak.
La asociación de colirios que asocia un efecto antihistamínico H1 y antidegranulante como el Opatanol es a menudo prescrita.
El Levofree o el Zalerg no contienen conservantes.
Los corticoides locales sólo pueden ser prescritos durante un corto periodo de tiempo por un oftalmólogo con el fin de tratar el glaucoma, el herpes y la catarata.