Definición
El
astigmatismo se debe a una anomalía de la forma de la córnea y está vinculado a la
miopía y/o a la
hipermetropía. Tanto la visión de lejos como la de cerca están afectadas.
Es un defecto de visión que afecta a cerca del 15% de la población general. Puede darse de forma aislada o asociada a otros defectos de refracción como la miopía o la
hipermetropía.
¿A qué se debe el astigmatismo?
El astigmatismo se debe a irregularidades en la curvatura de la córnea, de forma que la refracción varía entre los distintos "meridianos" del ojo. Sobre el plano óptico, estas irregularidades hacen que la imagen de un punto no sea exactamente la imagen de un punto, sino la de una superficie comprendida entre dos zonas, anterior y posterior. Así el ojo astigmático ve constantemente las imágenes borrosas e intenta corregirlo mediante la acomodación, es decir, mediante la contracción o el estiramiento del
cristalino. El
cristalino es una lente que se encuentra dentro del ojo y nos sirve para enfocar las imágenes de forma que una de las dos zonas focales se coloque sobre la
retina, lo que le permite ver clara una parte del objeto enfocado.
Cuando la acomodación falla por
cansancio visual, al final del día, la persona con astigmatismo vuelve a ver todas las imágenes borrosas.
Tipos de astigmatismo
El astigmatismo congénito: suelen ser regulares, bilaterales y simétricos, y se modifican poco a lo largo de la vida. Astigmatismos adquiridos por
traumatismos o afecciones de la córnea.
Diagnóstico
Es el
oftalmólogo el que diagnostica el astigmatismo. Verifica la
agudeza visual en la visión de lejos y de cerca, y controla el grado exacto de astigmatismo mediante un aparato llamado refractómetro. Este aparato le permite saber el tipo y grado de astigmatismo para prescribir la
corrección óptica adaptada a cada caso.
Tratamiento
No existe ningún
colirio u otro tipo de tratamiento farmacológico que cure el astigmatismo. Según el nivel de actividad y los propios deseos de cada uno el
oftalmólogo puede aconsejar
gafas o
lentillas de contacto. También se puede proponer una
intervención quirúrgica. La técnica más empleada en la actualidad es la llamada
LASIK. La técnica LASIK sirve para tratar tanto el astigmatismo como la miopía o la hipermetropía, aunque tiene sus limitaciones fundamentalmente en función del número de dioptrías a corregir.
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