La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa que se transmite entre humanos. Se contrae después de la ingestión de alimentos o bebidas contaminadas con el agente causal, la salmonella typhi o paratyphi. La enfermedad afecta principalmente a algunas regiones de Africa y de países tropicales. Se caracteriza por fiebre gradualmente creciente, cansancio, pérdida de apetito, trastornos digestivos, dolor de cabeza e insomnio.
Después de una semana de evolución, la fiebre queda alta y estable, aparecen diarreas que acompañan a los dolores abdominales y aparece el llamado tufos, muy característico, que consiste en la inversión del ritmo del sueño.
La bacteria se aisla en los cultivos sobre una muestra de sangre. La persona afectada debe quedar aislada y el tratamiento es a base de antibióticos. La familia también debe ser controlada y posiblemente tratada.