rubyela
Mensajes enviados1Fecha de inscripciónmartes, 24 de diciembre de 2013EstatusMiembroÚltima intervenciónmartes, 24 de diciembre de 2013
-
24 dic 2013 a las 06:49
eli -
30 dic 2015 a las 12:30
antes antes de comenzar realmente me urge una respuesta profesional, mas que juicios y criticas ya que es algo demasiado serio, para perder el tiempo en comentarios moralistas que no van a cambiar la realidad de las cosas.
bueno, la verdad es que por asuntos de mi vida, tuve tres abortos cada uno como después de cada año de estar embarazadas, todas con el mismo hombre.
nunca llegamos a cuidarnos para nada mas que con pastillas del día des las cuales después de el primer aborto se volvieron la manera de cuidarnos en el transcurso de 3 años...
la primera ves que me tome estas pastillas (cytotec) la persona que no las vendio nos dijo que se tomaban de a 4: dos via vaginal y dos via oral. sangre el trascurrir como 8 horas y dure sangrando como 15 dias y tenia casi 4 semanas de embarazo despues de eso, pues quede baja en defensas, me mariaba, sentia ganas de vomitar, sufri del embarazo psicologicofiebre, pero despues de un tiempo me fuy mejorando...pero aun asi no me cuidaba al estar con mi novio mas que con pastillas del dia despues, esas eran con las unicas que me "cuidaba" para no quedar embarazada
despues de eso mi salud no fue la misma aun que siempre me alimentaba super bien, frutas, verduras, carnes etc, muy buena mi alimentacion, pero comense a lidiar con una clase de picadas, en los ovarios, todo esto fue la primera ves
cuando aborte la segunda ves, tenia como 6 semanas de embarazo, y el sangrado también me duro como 15 días, pero esta ves me tomé 5 de cytotec de la misma manera, via oral 2 y media y via vaginal 2 y media. volvi a recaer fisicamente, mentalmente, a tener embarazo psicológico, a trener ganas de vomitar, a mariarme con facilidad, fuera de que por lo general soy una persona que se estresa por todo entonces era bastante pesado mi todo este proceso después de haber abortado la segunda ves, y las picadas ya no solo eran en los ovarios si no también en los senos, y en algunas ocasiones en las caderas y eran mucho mas fuerte, y seguia tomando la pildora del dia despues, para evitar el embarazo
a la tercera ves, fue mucho mas complicado, ya que esta ves tenia casi 8 meses, y aveces sangraba pero era leve, y la prueba me salio varias veces de que no estaba embarazada, era una prueba de orina, pero ya al pasar, todo eso tiempo sin tener la mestruacion como debe ser, era ovio de que si estaba embarazada y acudimos a un ginecólogo para haber que se podía hacer o mejor dicho, cual era la mejor manera de abortar, ya que nos asustaba el solo echo de tener al niño y que saliera con problemas, igual que la segunda ves y el ginecólogo accedió a ayudarnos y de echo accedió a hacerme el aborto el mismo, el procedimiento fue similar al de siempre, pero fueron dos y dos de la misma manera oral y vaginal de las mismas pastillas cytotec, tambien tube el sangrado pero no me duro mas de la semana, pero el sangrado si fue abundante, si se expulso el feto, pero tambien tube recaidas de la misma indole mareos, embarazo psicologico en fin todas las que ya e mencionado, pero en cuanto a las picadas, que alfinal eran las que no se hiban, las que siempre estubieron despues del primer abortar, eran mucho mas fuertes, demaciado fuerte a comparacion de la primera vez. despues de eso se gui cuidandome con las pildoras del dia despues, pero me daba la sensacion de que me las tomara o no no hiiba a quedar embarazada. siempre cuando estaba con mi novio, siempre tuve picadas estando con el. de igual manera aun que tenia ese presentimiento me tomaba las pildoras del dia despues, oviamente para evitar de neuvo todo este tormento en el que me meti. Mi periodo se volvio muy regular, aveces tardaba hasta 10 dias en llegarme despues de la fecha en la que me tenia que llegar, las picadas HOY EN DIA ME ESTAN ENLOQUECIENDO por que son muy fuertes, y son mas constantes que antes, el mareo no se me quita, me dan ganas de vomitar, el estres tampoco a bajado, y la verdad no se que hacer; esta decidido el echo de ir a un ginecólogo, pero para quitarme este malestar emocional me gustaria saber que opinan personas expertas en este asunto. necesito una respuesta porfiador sin juzgarme, si no mas profesional, creanme lo demas lo se ante mano. Gracias por su atencion, y disculpen los errores de ortografia, pero no puedo esperar a enviar esto, y que me respondan lo antes posible, de nuevo mil gracias y espero su ayuda...
Pues que mal que se te haga JUEGO abortar inocentes que por culpa de tu calentura sufran. Sino comparte un vibrador si tanta falta te hace sentir algo para sentirte "querida" o si no que tu semental se haga la vasectomia por otra parte estas dañando a mas no poder tu cuerpo por NO querer cuidarte que porque creeas que existe una "magica" pastillita ya se resuelve todo. De verdad no lo tomes a ofensa pero no deberías de tener el derecho de crear vida porque hay mujeres que se mueren por tener un hijo y tu los tiras como si fueran basura. Así que mejor cuidate porque la factura en base a tus acciones va a ser muy cara
Muchas de las agrias discusiones suscitadas por este conflicto tienen que ver con la cuestión de cuándo comienza la vida. Pocas personas ponen en duda que el óvulo fertilizado esté vivo. La pregunta es: ¿está vivo como qué?, ¿como un mero tejido, o es un ser humano? ¿Puede decirse que una bellota sea un roble? Entonces, ¿es un feto una persona? ¿Tiene derechos civiles? La polémica es interminable. ¡Qué ironía es que en un mismo hospital haya médicos que trabajen arduamente por salvar la vida de un bebe prematuro y, sin embargo, pongan fin a la vida de un feto de las mismas semanas! Al parecer, la ley les permite matar a una criatura mientras se encuentra dentro de la matriz, pero si el bebé está fuera, ese mismo acto se consideraría asesinato.
Las que más luchan por la legalización del aborto son las feministas “liberadas” que no tienen ningún obstáculo para acceder a cualquier método anticonceptivo a fin de impedir en primer lugar que se produzca un embarazo. Reivindican con gran vehemencia lo que denominan “derecho a una maternidad libre y responsable”, cuando lo cierto es que ya han hecho uso de su facultad de concebir y reproducirse. Lo que en realidad quieren es el derecho a deshacer lo que han iniciado. ¿Cómo lo justifican? “Se trata de mi cuerpo”, dicen. Pero ¿es solo su cuerpo?
Madre: “Se trata de mi cuerpo”
Bebé: “¡No! Se trata del mío”
La obra Abortion—A Citizens’ Guide to the Issues(Orientación para el ciudadano sobre la problemática del aborto) dice que, durante las doce primeras semanas del embarazo, “la minúscula cantidad de tejido se encuentra en un estado gelatinoso y es muy fácil de eliminar”. ¿Puede decirse con propiedad que el aborto no es más que un acto de “eliminar una pequeña masa de tejido” o “de poner término al producto de la concepción”? ¿No serán más bien expresiones endulzadas para que la amarga verdad resulte más admisible y tranquilizar las conciencias perturbadas?
Esa pequeña masa de tejido no deseada es una vida que crece y se desarrolla, y que cuenta con su propio juego de cromosomas. A modo de autobiografía profética, estos narran la historia detallada de una persona individual y única en proceso de formación. El célebre profesor e investigador A. W. Liley, especializado en Fetología, explica: “Biológicamente, en ningún momento podemos estar de acuerdo con la opinión de que el feto no es más que un apéndice de la madre. Genéticamente la madre y la criatura son individuos distintos desde la misma concepción”.
Sin embargo, el acceso libre al aborto ha hecho que muchas personas no hayan visto la necesidad de evitar una concepción no deseada. Prefieren recurrir al aborto como solución antes que poner los medios para evitar un “accidente”.
De acuerdo con las estadísticas, en este siglo los niños entran antes en la pubertad. Por consiguiente, los niños y las niñas pueden tener hijos a una edad más temprana. ¿Se les ha explicado la grave responsabilidad que conlleva ese privilegio? El estadounidense medio —hombre o mujer— pierde su virginidad hacia los 16 años, y uno de cada cinco la pierde antes de los 13 años. Una tercera parte de los hombres y las mujeres casados tiene una aventura amorosa o la ha tenido en el pasado. El aborto goza de aceptación entre los que llevan una vida promiscua. La situación es muy parecida a la que se plantea cuando se oyen esporádicamente voces que piden que se legalice la prostitución para detener la propagación del sida. Es cierto que la legalización del aborto quizás haya logrado que la intervención suponga menos riesgos para la mujer, pero ha repercutido mucho en crear un ambiente propicio para el florecimiento de enfermedades morales.
Dra. Marta Marnet
Mensajes enviados36507Fecha de inscripciónmartes, 3 de noviembre de 2009EstatusMiembroÚltima intervenciónjueves, 16 de diciembre de 202147.660 24 dic 2013 a las 10:30
Con 19 años y 3 abortos encima es normal que estés sintiendo todo lo que te está pasando...Debes saber que las pastillas del dia siguiente SOLO SE DEBEN UTILIZAR CUANDO FALLA EL METODO ANTICONCEPTIVO habitual (por ejemplo, si un condón se ha roto durante la relación...). Tú las utilizas como anticonceptivo y eso está muy mal ya que provocas un fuerte desarreglo hormonal.
Creo que ya debes ponerle freno a esta situación de irresponsabilidad y descontrol que pueden pasarte factura en el futuro.
Has de acudir a una visita con un ginecologo e iniciar un método de contracepción hormonal regular una vez te haya explorado y realizado algunos exámenes.
¿Qué siente un no nacido que está cobijado y protegido en el cálido ambiente de la matriz de su madre cuando de pronto se ve atacado por una fuerza mortífera? Solo podemos imaginárnoslo, pues ninguno podrá contarlo jamás.
La mayoría de los abortos se practican durante las primeras doce semanas de vida. Para entonces el pequeño feto ya ensaya movimientos de respiración e ingestión, y su corazón palpita. Puede doblar los deditos de los pies, cerrar las manos, dar volteretas en su ambiente líquido... y sentir dolor.
Muchos fetos son arrancados de la matriz de su madre, aspirados por un tubo de vacío con borde afilado y depositados en un tarro. Este procedimiento se denomina aspiración a vacío, o método de succión. La potente succión (veintinueve veces más potente que la de una aspiradora doméstica) desgarra el pequeño cuerpecillo. Otros fetos son abortados por dilatación y legrado, acción de raspar la mucosa uterina con una cucharilla cortante con la que se hace pedazos al feto.
A los fetos de más de dieciséis semanas se les puede dar muerte mediante el método salino, o de envenenamiento ocasionado por sal. Una larga aguja perfora la bolsa de aguas, extrae parte del líquido amniótico y lo reemplaza con una solución concentrada de sal. A medida que el feto va tragando y respirando, sus delicados pulmones se llenan con la solución tóxica, y él empieza a forcejear y contorsionarse. El efecto cáustico del veneno quema la capa superior de piel y deja el cuerpecito en carne viva y consumido. Quizás empiece a producirse una hemorragia cerebral. Al cabo de unas horas puede sobrevenirle una muerte dolorosa, aunque en ocasiones el feto se expulsa alrededor de un día después y la criatura aún está viva pero moribunda.
Si el feto está demasiado desarrollado para darle muerte con estos métodos u otros similares, queda una opción: la histerotomía, una operación cesárea con un propósito muy distinto: poner fin a una vida en lugar de salvarla. Se abre el abdomen de la madre quirúrgicamente y se extrae a la criatura, casi siempre viva. Puede que incluso llore. Pero hay que dejarla morir. A algunas se les provoca deliberadamente la muerte por asfixia, ahogamiento u otros métodos.
Para Dios, la vida es sagrada. Él considera que hasta un embrión es un ser vivo único y distinto. Refiriéndose a Dios, el rey David escribió bajo inspiración: “Tus ojos vieron hasta mi embrión” (Salmo 139:16). La Ley de Dios estipulaba: “En caso de que unos hombres luchen el uno con el otro y realmente lastimen a una mujer encinta y [...] ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma” (Éxodo 21:22, 23). Así que, para él, acabar con la vida de un niño no nacido es un asesinato (Éxodo 20:13).
¿Y si en el momento del parto hay que escoger entre la vida de la madre y la del niño? En semejante situación, es la pareja quien tiene la última palabra.
30 dic 2015 a las 12:09
Las que más luchan por la legalización del aborto son las feministas “liberadas” que no tienen ningún obstáculo para acceder a cualquier método anticonceptivo a fin de impedir en primer lugar que se produzca un embarazo. Reivindican con gran vehemencia lo que denominan “derecho a una maternidad libre y responsable”, cuando lo cierto es que ya han hecho uso de su facultad de concebir y reproducirse. Lo que en realidad quieren es el derecho a deshacer lo que han iniciado. ¿Cómo lo justifican? “Se trata de mi cuerpo”, dicen. Pero ¿es solo su cuerpo?
Madre: “Se trata de mi cuerpo”
Bebé: “¡No! Se trata del mío”
La obra Abortion—A Citizens’ Guide to the Issues(Orientación para el ciudadano sobre la problemática del aborto) dice que, durante las doce primeras semanas del embarazo, “la minúscula cantidad de tejido se encuentra en un estado gelatinoso y es muy fácil de eliminar”. ¿Puede decirse con propiedad que el aborto no es más que un acto de “eliminar una pequeña masa de tejido” o “de poner término al producto de la concepción”? ¿No serán más bien expresiones endulzadas para que la amarga verdad resulte más admisible y tranquilizar las conciencias perturbadas?
Esa pequeña masa de tejido no deseada es una vida que crece y se desarrolla, y que cuenta con su propio juego de cromosomas. A modo de autobiografía profética, estos narran la historia detallada de una persona individual y única en proceso de formación. El célebre profesor e investigador A. W. Liley, especializado en Fetología, explica: “Biológicamente, en ningún momento podemos estar de acuerdo con la opinión de que el feto no es más que un apéndice de la madre. Genéticamente la madre y la criatura son individuos distintos desde la misma concepción”.
30 dic 2015 a las 12:14
Sin embargo, el acceso libre al aborto ha hecho que muchas personas no hayan visto la necesidad de evitar una concepción no deseada. Prefieren recurrir al aborto como solución antes que poner los medios para evitar un “accidente”.
De acuerdo con las estadísticas, en este siglo los niños entran antes en la pubertad. Por consiguiente, los niños y las niñas pueden tener hijos a una edad más temprana. ¿Se les ha explicado la grave responsabilidad que conlleva ese privilegio? El estadounidense medio —hombre o mujer— pierde su virginidad hacia los 16 años, y uno de cada cinco la pierde antes de los 13 años. Una tercera parte de los hombres y las mujeres casados tiene una aventura amorosa o la ha tenido en el pasado. El aborto goza de aceptación entre los que llevan una vida promiscua. La situación es muy parecida a la que se plantea cuando se oyen esporádicamente voces que piden que se legalice la prostitución para detener la propagación del sida. Es cierto que la legalización del aborto quizás haya logrado que la intervención suponga menos riesgos para la mujer, pero ha repercutido mucho en crear un ambiente propicio para el florecimiento de enfermedades morales.