Todo el mundo comenta lo bueno que es comer ajo pero uno nunca sabe si esto es porque realmente así o solo es un saber popular científicamente no comprobado. Hoy día se ha comprobado la realidad de la efectividad del ajo frente a los diversos síntomas que se pueden presentar en el cuerpo humano.
Es eficaz contra los trastornos de tipo circulatorio, contribuyendo a evitar tanto la hipertensión arterial como arteriosclerosis y el taponamiento de las arterias. Es anticoagulante, vasodilatador y depurador y mejora la circulación sanguínea dilatando los vasos.
El ajo mejora el sistema inmunológico del organismo, incrementando las defensas del organismo, y mejorando así nuestra respuesta a virus y bacterias. Sirve para las infecciones por sus propiedades antibióticas y antimicóticas.
Las enzimas del ajo demoran y evitan la aparición de tumores malignos gracias a la alil- cisteina que trabaja como inibidor de la prolifereción de células tumorales mamarias
El jarabe de ajo se utiliza en los estados febriles y de catarro. Este jarabe puede elaborarse utilizando medio kilo de ajos que se colocan en un litro de agua previamente hervida, se deja hirviendo 10 minutos , se le agrega azúcar y luego se deja en reposo durante 12 horas.
Para combatir su fuerte olor y el mal aliento que puede ocasionarnos se recomienda masticar unas hojas de perejil, menta fresca o apio, que ayudan a quitar ese olor debido a sus altos niveles de clorofila