Una intervención de cirugía bariátrica como el anillo gástrico, el bypass, manga gástrica o sleeve gástrico puede provocar complicaciones que aparecen casi siempre en los meses siguientes a la intervención, pero también pueden aparecer en el transcurso de los años siguientes.
Ciertas complicaciones, como por ejemplo una embolia gaseosa, pueden aparecer cualquiera que sea el tipo de intervención.
Otras complicaciones dependen del tipo de intervención realizada.
La aparición de una oclusión gástrica aguda y de una infección son las complicaciones que aparecen más precozmente.
La erosión del anillo gástrico, el deslizamiento o el desplazamiento del anillo, una anomalía del catéter, una esofagitis o un reflujo gastroesofágico y la dilatación del esófago o del depósito representan complicaciones que pueden aparecer posteriormente.
La dilatación es una de las complicaciones más frecuentes y más problemáticas del anillo gástrico porque puede provocar un deslizamiento del anillo y una perforación gástrica. Es provocada por una presión demasiado importante del anillo y por una alimentación inadecuada y anárquica.
La fístula debido a una fuga del líquido digestivo al nivel de la línea de grapas puede aparecer rápidamente y provocar un absceso profundo o una peritonitis. Esta complicación mayor necesita una nueva intervención rápida que puede prolongar el período de hospitalización.
Una hemorragia que aparece en la línea de grapas que provocan hemorragias a lo largo del tubo digestivo, una estenosis gástrica, una reflujo gastroesofágico o una dilatación del tubo digestivo son complicaciones que también pueden aparecer.
Una embolia pulmonar, una fístula, hemorragias, una infección de la pared abdominal y una litiasis biliar son complicaciones que pueden aparecer después de un bypass.
Una oclusión intestinal puede aparecer años después de la intervención.
Todas las intervenciones de cirugía bariátrica pueden provocar una recuperación de peso más o menos a largo plazo que necesita a veces una nueva intervención.