Un consumo suficiente de hierro es indispensable, sobre todo durante el embarazo. Una insuficiencia de hierro puede ocasionar una disminución de los globulos rojos y, por tanto, una anemia. Este cuadro aumenta el riesgo de nacimiento prematuro o de nacimiento con bajo peso.
La gestante debe consumir alimentos ricos en hierro. Entre estos alimentos tenemos: huevos, pescado, carne de vaca, legumbres, lentejas, judías blancas (frijoles), garbanzos, vegetales oleaginosos, espinacas...
El médico puede recomendar un tratamiento a base de hierro en casos de insuficiencia. Asimismo, el médico podrá recetar un suplememto de hierro en casos de anemia confirmada.
No consuma hierro bajo la forma de medicamento, alimento enriquecido o complemento alimenticio. Un aporte de hierro a través de cualquiera de estas formas podría causar graves consecuencias en casos de hipertensión arterial, diabetes o si la madre no ha dejado de fumar.