Liposucción: Efectos secundarios, cicatrices y secuelas operatorias
La liposucción es una intervención de cirugía estética que permite retirar la grasa de modo selectivo mediante aspiración, con la ayuda de pequeñas cánulas insertadas bajo la piel.
Esta intervención es la más practicada en el mundo desde su práctica en los años 80. Debe su popularidad increíble a la conjunción de dos argumentos fuertes: cicatrices mínimas de 3 mm de longitud y riesgos de complicaciones extremadamente bajas. Su inventor el cirujano francés Yves Gérard Illouz aseguraba que en sus más de 1000 intervenciones no tuvo ninguna complicación.
A continuación un panorama sobre esta intervención.
Las zonas tratadas
Las zonas tratadas son los cúmulos adiposos localizados la mayoría de las veces sobre las cartucheras, las caderas y el vientre. Poco a poco y con la experiencia adquirida, las caras internas de los muslos y los brazos, los muslos en su integridad, así como el doble mentón o papada pueden también ser tratados. Las pantorrillas y los tobillos son en cambio zonas de riesgo.
Los riesgos de la liposucción
Flebitis
El riesgo médico esencial es la flebitis que consiste en una formación de coágulos en las venas profundas de la pierna. Este riesgo, vinculado al inmovilismo debido a las condiciones operatorias, es prevenido por precauciones particulares como la prescripción de anticoagulantes en las secuelas operatorias. Este riesgo es particularmente bajo al retomar rápidamente las actividades cotidianas.
Resultados imperfectos
Imperfecciones de los resultados pueden verse cuando a la piel le falta tonicidad o cuando falta precisión al realizar gestos. Al escoger a un práctico facultativo especialista en cirugía plástica, reconstructiva o estética, reducirá mucho este riesgo.
Hemorragias
Hemorragias importantes y trastornos metabólicos pueden ser la consecuencia de una liposucción excesiva en cantidad de grasa retirada (7 al 8 % del peso del cuerpo es la cantidad de grasa máxima que no hay que sobrepasar).
Infecciones y necrosis cutáneas
Las infecciones son raras porque esta intervención no deja líquido en el organismo. También los casos de necrosis cutáneas forman parte del pasado y debido a una falta flagrante de experiencia del cirujano.
Las cicatrices
Las cicatrices miden 3 mm, lo suficiente para dejar pasar la cánula que retirará la grasa. Puede ser una o dos por zona tratada. Son ínfimas y casi indetectables después de un año. La extracción de los excedentes de piel se hace por retracción cutánea después de la intervención.
Las secuelas operatorias
Prendas de contención son prescritas durante 4 semanas después de la intervención para ayudar a la piel a retractarse.
Los moretones o las equimosis van a persistir durante tres semanas. Los dolores son comparables a fatiga muscular y sobre todo presentes la primera semana. Son perfectamente combatidas por el tratamiento prescrito por su cirujano. Una semana de convalecencia es habitualmente necesaria y aconsejada.
No hay masajes o cuidados particulares a efectuar durante el primer mes. Es necesario hidratar su piel bajo el traje de contención.
Resultados
Los resultados son visibles sólo después del primer mes y van a llegar progresivamente. El 70 % del resultado es obtenido al fin del segundo mes, el 100 % después de un año. Razón para la cual, la paciencia es requerida y las fotos preoperatorias son esenciales.
Además, en caso de sobrepeso asociado, es importante sacar provecho de los resultados de la liposucción para obtener el desencadenante psicológico necesario para una pérdida de peso asociada.
Una dieta adaptada y la práctica de una actividad física permitirán potencializar los resultados de la liposucción.
Esta pérdida de peso es mayor en las secuelas operatorias de la liposucción que antes ya que permite una mejor retracción de la piel y al final un resultado mucho mejor.
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