En la pubertad es frecuente que la menstruación se desajuste, tanto en la cantidad del sangrado como en la regularidad de los ciclos. Durante la adolescencia, los periodos se van regularizando y van adoptando un ritmo más normal, aunque se puede menstruar dos veces en el mismo mes o pasar más de dos meses sin tener la regla. En la vida adulta, especialmente a partir de los 40 años de edad, los ciclos se vuelven más irregulares hasta que, finalmente, llega la menopausia.
Un retraso en la menstruación puede deberse a numerosas causas. En algunas ocasiones, puede ocurrir sin que sea motivo de alarma, ya que con frecuencia los retrasos son provocados por causas que no son importantes. Pero si el periodo falta por un par de meses consecutivos, puede ser un problema.
Cuando la mujer tiene relaciones sexuales, la primera causa que se debe descartar es el embarazo. Se puede hacer de forma muy sencilla y rápida con un test de embarazo, ya sea casero o en un laboratorio, que siempre es más confiable.
En caso de que el test de embarazo sea negativo, las causas de irregularidades y retrasos de la menstruación pueden ser el estrés, ciertos medicamentos, la carencia de hierro, problemas en la ovulación, la falta de ovulación, el cambio de clima o de lugar de residencia, la depresión, miedos, un susto, una preocupación, tristeza o cualquier episodio que produzca fuertes emociones.
También se cuentan entre las causas, una alimentación insuficiente (dietas demasiado estrictas para adelgazar), trastornos alimenticios (como anorexia o bulimia) o el exceso de ejercicio físico, situaciones que incluso pueden provocar amenorrea o falta de regla. Además, el cansancio debido a trabajos físicos excesivos, los nervios (antes y durante los exámenes, una entrevista laboral, una cita importante o una boda), problemas de la tiroides, la obesidad o la diabetes. Asimismo, puede ser una causa la suspensión del uso de píldoras anticonceptivas, inyecciones o cualquier otro método hormonal para la anticoncepción.
Es bastante frecuente en las mujeres y provoca retrasos en la menstruación o ausencia de regla. Esta enfermedad consiste en la presencia de microquistes en los ovarios y suele acompañarse de vello abundante y acné, entre otros síntomas. Se produce un exceso de hormonas masculinas que provocan que el ovario no libere óvulos o los libere con menor frecuencia. Cuando no se liberan óvulos, no se presenta el ciclo menstrual. El diagnóstico se realiza con una ecografía de los ovarios. Es importante notar que la presencia de múltiples quistes no siempre va acompañada del síndrome del ovario poliquístico.
Los quistes en los ovarios son muy comunes, son pequeños tumores o bolsas de líquido que se forman por un mal funcionamiento del ovario durante la ovulación. Suelen ser benignos y, en ese caso, se les denomina quistes funcionales.
Al ovular, normalmente, se rompe el folículo que contiene el óvulo. Si el folículo no se rompe, se convierte en un quiste que puede desaparecer por sí solo. Si persiste por más de 12 semanas, se necesita un tratamiento.
Al tomar la píldora del día después, el ciclo menstrual puede empezar más pronto o más tarde de lo esperado. La regla, en estos casos, puede retrasarse o adelantarse. También el flujo menstrual puede ser más ligero o más abundante de lo normal. Si el retraso supera los 7 días, es conveniente realizar una prueba de embarazo.
Las infecciones vaginales pueden retrasar la regla uno o dos días e, incluso, provocar retrasos de más de 3 meses (amenorrea). Cuando la amenorrea se produce por Candida albicans, el hongo atrae para sí la progesterona y el estrógeno, es decir, las hormonas encargadas de regular los días que se ovula y cuándo se produce la regla. Por lo tanto, si existe una infección debido a este hongo, es fácil que se produzcan retrasos menstruales.
Además, si las infecciones por bacterias y hongos son muy fuertes, pueden provocar que el organismo genere anticuerpos que destruyan tanto a las bacterias y hongos malos, como a las hormonas de progesterona y estrógeno.
Los retrasos en la menstruación suelen causar mucha preocupación en la mujer, ya que lo primero que se considera es la posibilidad de un embarazo.
Esta es una de las preguntas más frecuentes. Si existe un retraso en la menstruación y se tuvieron relaciones sexuales, lo primero que se debe hacer es un test de embarazo para descartar esa posibilidad. Sin importar que el resultado sea positivo o negativo, lo más conveniente es consultar al ginecólogo para resolver cualquier duda.
Foto: © Piotr Marcinski – Shutterstock.com