El tratamiento de la dermatitis atópica es un tratamiento que puede prolongarse por períodos largos. Es indispensable hidratarse la piel varias veces al día porque la piel de las personas afectadas por dermatitis atópica es seca. Este tratamiento representa el tratamiento de fondo de la dermatitis atópica.
La utilización de cremas emolientes o hidratantes permite prevenir y espaciar los accesos de eczema y protegerse contra las agresiones exteriores. Estas cremas hidratantes permiten conservar una tasa de humedad natural.
Aplicar un emoliente por lo menos una vez al día para espaciar las apariciones de eccema.
Aplicar una crema hidratante después del aseo.
Las manos deben estar siempre limpias y las uñas cortas.
Aplicar el producto suavemente después de tenerlo en las manos por algunos segundos.
Interrumpir la aplicación del emoliente o crema hidratante en caso de aparición de eczema con el fin de utilizar corticoides locales.
Cortarse regularmente las uñas con el fin de evitar las lesiones por rascarse o infecciones. Enjuagarse bien y secarse completamente después de una ducha, un baño, un baño en la piscina o en el mar.
Evitar los jabones y detergentes que contengan perfumes y los baños de espuma que pueden irritar la piel y agravar el eczema.