La alergia al yodo es a menudo incriminada erróneamente en varias circunstancias. Varios productos que contienen yodo pueden provocar una reacción alérgica, sin que el yodo sea responsable de la reacción.
Consumimos por ejemplo cada día la sal yodado sin presentar una reacción alérgica.
Los productos yodados de contraste utilizados durante ciertos exámenes radiológicos (urografía intravenosa, arteriografía, venografía, angiocardiografía, escáner) pueden provocar manifestaciones alérgicas moderadas y a veces severas. Sin embargo, esta alergia no es provocada por el yodo sino por una molécula química.
Esta alergia no es provocada por el yodo sino por la povidona, molécula que forma parte de la composición del betadine. De hecho, la povidona yodada es empleada como antiséptico.
La alergia a los mariscos o los peces no es provocado por el yodo sino por las proteínas contenidas en el pescado o los mariscos.
Sólo la práctica de pruebas cutáneas permite precisar la naturaleza exacta de la molécula responsable durante una reacción alérgica.