Una persona alcohólica es aquella que sufre de una adicción al alcohol. Se trata de una dependencia a esta sustancia que provoca una pérdida de control que puede ser peligrosa. La alcoholodependencia define " toda conducta de alcoholización caracterizada por la pérdida del control del consumo ". Afecta a cerca de 2 millones de personas en Francia.
El alcoholismo se caracteriza porque aumenta gradualmente la necesidad del consumo, los síntomas de abstinencia al dejar de tomar alcohol y todas las patologías que derivan de este exceso. La dependencia del alcohol causa una serie de problemas tanto físicos y mentales como sociales, porque la persona está aislada y a menudo se excluye de la sociedad.
El alcoholismo va a provocar diferentes problemas según si es reciente o antiguo y dependiendo de la cantidad ingerida de alcohol. A corto plazo, el alcohol puede provocar úlceras, reflujo gastroesofágico, hepatitis, náuseas y vómitos. La dependencia del alcohol a medio y largo plazo conduce a patologías neurológicas, hepáticas graves, cirrosis etílica, pancreatitis, problemas de corazón y trastornos de la libido. Además, el alcohol aumenta el riesgo de accidentes mortales.
El diagnóstico de alcoholismo se realiza por el interrogatorio del paciente que reconoce su consumo y su dependencia y los problemas a los cuales se enfrenta. Sin embargo, algunas personas no verbalizan estos abusos y en estos casos se puede establecer el diagnóstico de alcoholismo a través de una serie de síntomas indicativos de complicaciones debidas al alcohol o gracias a algunos exámenes.
En los análisis de sangre podemos encontrar, por ejemplo:
El tratamiento del alcoholismo requiere de una concienciación del problema por parte del paciente y su adhesión al tratamiento. Debe ir dejando el alcohol más o menos progresivamente poniéndose como objetivos reducir el consumo y realizar un seguimiento regular. El paciente puede ser ayudado en esta difícil etapa por grupos diversos como Alcohólicos Anónimos, por ejemplo. También un apoyo psicoterapéutico puede ser necesario para prevenir las recaídas. Una vez más, aquí las Asociaciones tienen un papel importante a desempeñar. Por último, hay medicamentos que reducen las ganas de consumir alcohol. Recientemente, el baclofeno (originalmente un relajante muscular) parece estar dando buenos resultados y se están realizando estudios para validar su indicación como ayuda para la abstinencia alcohólica.
Los padres y los profesionales de la salud deben estar expectantes para poder reaccionar a tiempo cuando los adolescentes comienzan poco a poco a tomar alcohol en exceso. Las campañas de prevención se han puesto en marcha para informar de los riesgos del consumo excesivo de alcohol.