El potasio actúa en asociación con el sodio. Ambos son encargados de mantener el equilibrio ácido-base del cuerpo y de los fluidos.
El potasio permite la transmisión de impulsos nerviosos, la contracción muscular, el buen funcionamiento de la función renal. Entre otras cosas. Este mineral ocupa un sitio importante en la función del organismo.
Una hiperpotasemia puede provocar una debilidad muscular, temblores de los brazos o de las piernas, los hormigueos y parestesia en los dedos de las manos y los pies, así como alrededor de la boca, asociada a veces con un insomnio, náuseas y vómitos y un pulso irregular. En las formas más severas, la hiperpotasemia puede provocar una arritmia cardíaca que puede tener consecuencias fatales.
A la inversa, una pérdida de potasio, la hipopotasemia, puede provocar calambres, debilidad muscular, náuseas, estreñimiento así como una arritmia cardíaca.
Concentración de potasio (en miligramos) cada 100 gramos de un alimento:
Germen de trigo, higos secos, puré de tomates, perejil, pasas, frutas secas, patatas fritas cocidas no saladas, etc.