Las clamidias son microrganismos que no solo presentan características de las bacterias sino también de los virus. Se asocian a la familia de las bacterias e incluyen tres especies responsables de varias infecciones: la Chlamydia trachomatis es la causante de enfermedades de transmisión sexual que se manifiestan en forma de uretritis, cervicitis, salpingitis pero también de conjuntivitis y afectaciones pulmonares en los pacientes inmunodeprimidos; la Chlamydia pneumoniae es responsable, como su propio nombre indica, de infecciones respiratorias; la Chlamydia psittaci afecta principalmente el reino animal, pero puede ser transmitida a los humanos si éstos tienen contacto con pájaros.
Dependiendo de la localización, los síntomas se presentan de formas diferentes. Cuando afectan a los genitales, los síntomas son a menudo un flujo que aparece por la uretra, moderadas molestias urinarias, pero también pueden estar ausentes. El riesgo, sin embargo, en el caso de la mujer es la ascensión de la infección que puede llegar hasta las trompas y provocar una salpingitis que puede posteriormente puede ser la responsable, en ausencia de tratamiento, de una esterilidad. La Chlamydia psittaci es responsable de la psitacosis u ornitosis, que a menudo se presenta como una neumonía. Las manifestaciones de una afectación pulmonar debido a Chlamydia pneumoniae son un estado febril, tos y esputos, de comienzo insidioso y progresivo con un cuadro gripal en forma de dolores difusos musculares y articulares y dolores de cabeza.
Se utilizan dos métodos para detectar la clamidia a nivel del aparato genitourinario: el PCR y el cultivo celular. El PCR se realiza con un análisis de orina. El cultivo celular es, a su vez, para aislar e identificar la cepa responsable. En la infección pulmonar se realiza una radiografía de tórax y puede revelar un foco de infección en un lóbulo del pulmón.
El médico decidirá el tipo de tratamiento en función de la naturaleza de la Clamidia. Sin embargo, el tratamiento más eficaz es el basado en antibióticos de la familia de las ciclinas y los macrólidos. En caso de afección genital, también es esencial el tratamiento en las parejas sexuales para evitar el riesgo de recaída o recurrencia.
En lo que concierne a la Clamidia que se transmite por vía sexual, es necesario un comportamiento responsable a través de gestos simples, como el uso sistemático de preservativos, así como la detección y el control ginecológico regular, incluso en ausencia síntomas.