La arteritis de las piernas, también llamada arteritis obliterante de los miembros inferiores (o AOMI), es una enfermedad que resulta de la disminución del calibre de las arterias que suministran sangre a las extremidades inferiores. Es debida sobretodo a la deposición de colesterol en las paredes arteriales. La arteritis de las piernas puede, en algunos casos raros, estar vinculada a algunas enfermedades crónicas inflamatorias o autoinmunes.
El AOMI es asintomática en sus primeras etapas. Sólo después de algún tiempo (cuando la deposición de colesterol aumenta) aparecen los primeros síntomas:
Varios factores permiten el diagnóstico de la arteritis de las piernas. Los primeros signos clínicos son dolor, calambres al caminar, cada vez con un recorrido menor y disminución del pulso. Entonces, cuando la enfermedad está particularmente avanzada, se pueden encontrar úlceras en la piel y necrosis con dificultad para la cicatrización . El diagnóstico se confirma mediante ecografía Doppler (para visualizar el flujo sanguíneo) arteriografía o angio- escáner (scanner para visualizar el sistema arterial).
El tratamiento de la arteritis de los miembros inferiores se basa principalmente en la prevención. Además se pueden dar algunos medicamentos, como los agentes antiplaquetarios, para luchar contra la reducción del tamaño de la arteria. Se pueden combinar con otros medicamentos para disminuir el colesterol en sangre, controlar de la diabetes y la presión arterial .
Si la evolución de la enfermedad es muy avanzada, la dilatación de la arteria en cuestión se puede realizar utilizando un balón o resorte llamado stent, que mantiene la arteria expandida. Otra solución puede ser la cirugía realizando un bypass, una especie de "puente" que rodea la zona obstruída. Se puede realizar una amputación en casos severos.
Para evitar la arteritis de las piernas se deben limitar los factores de riesgo como la ingesta de alimentos ricos en colesterol, la inactividad física (practicar actividad física regular), el alcohol y sobre todo el tabaco. También es muy importante un seguimiento correcto de las patologías anexas que pueden favorecer la arteritis como la hipertensión y la diabetes.