Después del parto, una estimulación hormonal por la prolactina, una hormona secretada por la glándula pituitaria situada al nivel del cerebro, permite a las glándulas mamarias secretar la leche necesaria para la alimentación del recién nacido. La secreción del pezón, también llamada galactorrea, es un secreción de leche por el pezón por fuera del momento de la lactancia del niño aunque también puede describir una producción de leche demasiado abundante. Este fenómeno no tiene en general nada inquietante y es debido a una cantidad demasiado importante de prolactina. La secreción del pezón puede ser también de otra naturaleza distinta a la leche maternal.
La naturaleza y el aspecto del líquido que fluye desde el pezón puede variar:
Ante una secreción de leche de un seno por fuera del período de la lactancia, se practicará un análisis de sangre para determinar la prolactina en la sangre y así descartar una hiperprolactinemia. Si se confirma, es necesaria una resonancia magnética del cerebro para estudiar las glándulas que regulan la producción de esta hormona. Para otros tipos de flujo se realizan otros exámenes, especialmente un análisis de sangre en busca de una infección, una mamografía que es una radiografía de los senos, a veces un RMN o una ecografía para detectar posibles quistes o tumores benignos o malignos.
El tratamiento depende de la causa de la secreción del pezón. Un tratamiento con medicamentos puede ser prescrito para regular trastornos hormonales o unos antibióticos para tratar la infección. Se puede recurrir a la cirugía si son quistes, abscesos o para tratar un tumor responsable de la secreción del pezón.