La aracnoides es una de las meninges que rodean y protegen el sistema nervioso central, es decir, las estructuras del cerebro y la médula espinal. Las meninges son tres: la duramadre en el exterior, la aracnoides en medio y la piamadre en el interior. Entre la aracnoides y la piamadre hay un espacio llamado espacio subaracnoideo que contiene un líquido, el líquido cerebroespinal o líquido cefalorraquídeo (LCR). Un quiste aracnoideo corresponde a una formación que se desarrolla en la aracnoides, y que se llena de líquido cefalorraquídeo. Estos quistes a veces se producen después de un traumatismo, en el contexto de una inflamación de la aracnoides o incluso espontaneamente. Pueden, por acumulación de líquido, provocar un fenómeno de compresión de las raíces nerviosas o de la médula espinal, responsables de síntomas neurológicos. En la mayoría de los casos, estos quistes se forman en la parte baja de la columna vertebral, a menudo a nivel de las vértebras lumbares.
Un quiste aracnoideo puede no causar ninguna compresión y entonces no cursará con síntomas: se habla entonces de quiste asintomático. Con frecuencia se descubre durante un examen de imágenes de la columna vertebral realizada por otra razón. En caso de quistes sintomáticos los signos clínicos dependerán de la localización del quiste. Se puede encontrar, por ejemplo, en los quistes aracnoideos espinales:
En caso de otras localizaciones más raras los síntomas van a ser diferentes.
El diagnóstico se realiza mediantepruebas de imágenes: en función de los síntomas se dirigen a la altura donde está localizado el problema, y un escáner o, más generalmente, una RMN pondrá de relieve el quiste y el fenómeno de compresión. Si es necesario se puede obtener una muestra (biopsia) que determinará si el quiste es benigno o si se trata de un tumor (cáncer).
La escisión o extirpación quirúrgica de un quiste aracnoideo sintomático puede ser difícil debido a su ubicación. Los quistes que no dan lugar a ningún síntoma normalmente se dejan y se deben controlar.