La algodistrofia, también conocida como síndrome de dolor regional complejo, es una enfermedad rara multisintomática y multisistémica que afecta, principalmente, a las mujeres. Asimismo, se conoce como distrofia simpática refleja, se caracteriza por dolor en las articulaciones secundario a un traumatismo.
La algodistrofia, o síndrome de dolor regional complejo, es una irradiación progresiva y dolorosa de una articulación a la que se añade, después de cierta evolución, una desmineralización ósea. Afecta, en gran medida, a las personas entre 35 y 65 años de edad, pero también puede afectar a otros grupos de edad. Este tipo de enfermedad se produce a menudo después de un schock, un problema de ligamentos, como un esguince o intervención quirúrgica, pero sigue siendo completamente impredecible ya que puede ocurrir sin alguna razón específica. Provoca dolores crónicos, responsables de las dificultades de movimiento. Pueden ser necesarios exámenes (radiografía o IRM) para eliminar otros diagnósticos. La algodistrofia, si se diagnostica a tiempo, se puede aliviar con fisioterapia, a menudo acompañada por infiltración de corticoides.
Es usual que el síndrome de dolor regional complejo se desarrolle en dos etapas: una fase de calentamiento (la fase inflamatoria, que dura unas pocas semanas o meses) y de enfriamiento. La etapa de frío se caracteriza por un enfriamiento de la extremidad, que presenta una piel suave y pálida, una regresión progresiva del edema surgido durante la fase caliente y la retracción del miembro afligido. La curación se produce en un periodo más o menos largo, de 6 a 24 meses, y el tratamiento incluye el reposo de la extremidad y la prescripción de calcitonina y vasodilatadores, así como fisioterapia.
El síndrome de dolor regional complejo es un conjunto de síntomas que pueden resultar de un traumatismo o de una cierta fragilidad de los tejidos óseos. Si choca con el hombro, la algodistrofia es producto del síndrome hombro-mano, que se manifiesta con dolores intensos a nivel del hombro extendidos a todo el cuello y el brazo, y acentúa la dificultad de movimiento de la articulación. Es un pseudoparálisis causado a menudo por una tendinitis crónica, tratable con antiinflamatorios no esteroides y fisioterapia.
Entre las articulaciones afectadas por la algodistrofia, se encuentra la mano incluso la muñeca. En estos casos, la mano se vuelve caliente y húmeda, los dedos tienden a hincharse y se forma un edema en el dorso de la mano. Unas 3 o 4 semanas más tarde, el edema desaparece, dejando la mano retorcida. Los antiinflamatorios no esteroides y la fisioterapia tienden a tratar el problema.
El algodistrofia se manifiesta con un dolor difuso y profundo, similar a un tipo de ardor o quemadura; impotencia funcional con una disminución de los movimientos y la imposibilidad de utilizar la zona sensible. Una mejora de los síntomas espontáneos es lenta y progresiva; por lo general, no deja consecuencias.
El diagnóstico de la algodistrofia es difícil de determinar y, por lo general, se lleva a cabo con la exclusión, es decir, descartando todas las otras hipótesis de diagnóstico potenciales que causan los síntomas. Los signos clínicos son raros, pero significativos para permitir establecer un diagnóstico definitivo. Las pruebas adicionales son un buen indicador, pero no son suficientes. La búsqueda de pruebas que definan la historia de una lesión o una operación puede, entre otras cosas, determinar el diagnóstico, confirmado con una serie de movimientos, aunque ligeramente dolorosos, para estimular, observar la presencia de rigidez en las articulaciones y una disminución de la amplitud de movimiento (con una fatiga muscular presente en el 50 % de los casos). Una gammagrafía ósea u osteoporosa pone en evidencia una desmineralización visible con una radiografía en etapas avanzadas.
Para esperar los mejores resultados posibles, es imperativo comenzar rápidamente con el tratamiento. Las prácticas empleadas para combatir la algodistrofia están dirigidas a aliviar el dolor. Se trata de analgésicos, antiinflamatorios, fisioterapia, terapia ocupacional y balneoterapia. Algunos métodos alternativos, como la osteopatía y la quiropráctica, pueden tener efectos beneficiosos relevantes, siempre y cuando las apliquen profesionales competentes y con previo aviso del médico.
No es posible prevenir una algodistrofia porque no se conocen las causas exactas. Sin embargo, se reconoce su tendencia a desaparecer espontáneamente al cabo de dos años después de su aparición, las razones se desconocen. No suele haber complicaciones en este periodo, mientras que para las formas más severas y, sobre todo, más duraderas, puede aparecer rigidez de las articulaciones y debilidad muscular, a veces acompañada de dolor.
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