Después de la menopausia la mujer no debe sangrar más. Siempre se debe siempre examinar el sangrado que ocurra después de la menopausia.
La menopausia se define como la ausencia de periodos menstruales durante 1 año. En promedio esto ocurre a los 51 años, aunque el intervalo normal es de 45 a 55 años.
Los años que conducen a ese suceso se denominan perimenopausia: este término quiere decir "cerca de la menopausia". La perimenopausia puede durar hasta 10 años. Durante esta etapa ocurren cambios en los niveles hormonales que pueden alterar la ovulación y causar cambios en el ciclo menstrual.
Todo tipo de sangrado después de la menopausia es anormal y se le debe notificar a su médico. Sin embargo durante la perimenopausia, es común que ocurran cambios en el sangrado menstrual.
Durante un ciclo menstrual normal los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona aumentan y disminuyen en un patrón regular. La ovulación ocurre a mediados del ciclo y la menstruación ocurre 2 semanas después. Durante la perimenopausia los niveles hormonales no siguen este patrón regular. Por lo tanto el sangrado puede ser irregular o puede tener manchas de sangre. Algunos meses su periodo puede durar más tiempo y ser más intenso.
En otros meses puede ser más breve y leve. La cantidad de días entre los periodos puede aumentar o disminuir. Es posible que la mujer no tenga menstruación durante algunos meses. Aunque estos cambios son normales durante la perimenopausia, la presencia de sangrado anormal a veces indica un problema que no está relacionado con la perimenopausia. Una buena regla a seguir es decirle a su médico si nota algunos de los siguientes cambios en su ciclo mensual:
Los pólipos generalmente son tumores no cancerosos que se forman de tejido semejante al del endometrio, el tejido que cubre el interior del útero. Estos se adhieren a la pared uterina o se forman en la superficie del endometrio. Los pólipos pueden causar sangrado irregular o intenso. También se pueden formar dentro o en el canal del cuello uterino. Estos pólipos pueden causar sangrado después de tener relaciones sexuales.
Después de la menopausia el grosor del endometrio se puede reducir demasiado debido a los niveles más bajos de estrógeno. Esta afección se denomina atrofia endometrial. A medida que se adelgaza el revestimiento del útero puede aparecer un sangrado anormal.
En esta afección aumenta el grosor del revestimiento del útero. La hiperplasia endometrial puede causar sangrado irregular o intenso. En algunos casos de hiperplasia endometrial las células del revestimiento cambian a un estado anormal * Esta afección, que se denomina hiperplasia atípica, puede causar cáncer del útero. Con mayor frecuencia la hiperplasia endometrial se produce debido a un exceso de estrógeno sin suficiente progesterona. El diagnóstico y tratamiento de la hiperplasia endometrial permite prevenir la forma más común de cáncer endometrial.
Algunos factores de riesgo del cáncer endometrial son:
La señal más común de este tipo de cáncer es el sangrado después de la menopausia. Cuando se diagnostica en sus primeras etapas el tratamiento es muy eficaz en la mayoría de los casos de cáncer endometrial.