La tendinitis de la muñeca o tendinitis de De Quervain, es una inflamación de los tendones localizados entre la mano y el antebrazo.
A continuación un panorama sobre su diagnóstico, sus posibles causas y su tratamiento.
El dolor es el principal síntoma de una tendinitis de De Quervain. Este dolor puede ser sentido al realizar un movimiento o a la palpación del tendón. El dolor es más o menos fuerte según la importancia de la inflamación. Una pérdida de fuerza puede también ser sentida en caso de tendinitis de la muñeca. Una hinchazón de la articulación, parestesia y una sensación de entumecimiento en la muñeca pueden aparecer.
La tendinitis de la muñeca puede ser debida a movimientos repetitivos e inhabituales de la muñeca, un esfuerzo excesivo, una herida o un choque. Es tan frecuente entre los deportistas, particularmente en los jugadores de tenis o las personas cuya actividad profesional necesita una repetición de movimientos manuales.
El desgaste de los tendones también puede ser la causa de una tendinitis. Es el caso en las personas mayores.
En otros casos, la tendinitis de la muñeca puede ser la consecuencia de una enfermedad infecciosa o de un esguince.
La tendinitis de De Quervain puede ser detectada gracias al examen del signo de Finkelstein. El médico le pide al paciente colocar su pulgar en flexión en la palma de la mano y mover su muñeca en todas las direcciones. El diagnóstico de una tendinitis de De Quervain es planteado si dolores aparecen por encima de la muñeca y detrás del pulgar. Exámenes complementarios pueden ser practicados como una ecografía o una IRM, incluso un análisis sanguíneo para determinar la existencia de otra afección.
Una tendinitis de la muñeca es en la mayoría de los casos aliviada gracias a un descanso de la muñeca y al cese del movimiento doloroso. Un tratamiento medicamentoso es generalmente prescrito, a base de antiinflamatorios. El uso de una férula y los masajes pueden ser utilizados en complemento, lo mismo que inyecciones de corticoides en caso de tendinitis crónica.
La intervención quirúrgica es recomendada solo como último recurso, en caso de fracaso del tratamiento inicial y de las recidivas dolorosas.
En todos los casos, es recomendado tratar una tendinitis de la muñeca con el fin de evitar un desgarro de los tendones.
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