El quiste pilonidal es un quiste que se localiza en el surco interglúteo y que contiene formaciones pilosas en su interior. Normalmente no provocan síntomas y son diagnosticados cuando se complican por una infección secundaria y forman un absceso. También pueden denominarse seno pilonidal, quiste sacro o quiste dermoide. Puede ser único o múltiple. En el 93% de los casos se extiende en dirección craneal, en el 7% progresa caudalmente y puede aparecer una fístula anal con drenaje secundario espontáneo.
En la actualidad se discute si se trata de una causa adquirida (crecimiento de un folículo piloso o pelo hacia el interior en vez de hacia el exterior) o congénita. Al sobreinfectarse se producen los síntomas clásicos de absceso: dolor, tumoración e inflamación.
También podría contribuir a su formación un exceso de sudoración.
Generalmente los quistes pilonidales son asintomáticos. Se pueden descubrir de forma accidental ante la presencia de pequeños orificios por los que emergen formaciones pilosas en el espacio situado entre ambos glúteos, en la línea media del sacro. A menudo se detectan a partir de los 20-años cuando, debido a un proceso de sobreinfección, aparece un absceso en esta zona con enrojecimiento, tumoración, inflamación, fiebre, dolor, etc.
El diagnóstico se suele realizar con una simple exploración del paciente. Aunque habitualmente se encuentran próximos al coxis, también puede afectar al ombligo, las axilas o incluso al pene aunque estas localizaciones son mucho más raras.
El diagnóstico diferencial debe realizarse con forúnculos, fístulas perianales, osteomielitis de sacro o teratomas (tumor de células germinales). Es necesario un diagnóstico correcto ya que los teratomas requieren una extirpación quirúrgica completa y consulta con el oncólogo.
El tratamiento del quiste pilonidal se plantea cuando se complica y aparecen síntomas. En su fase aguda, cuando aparece el absceso, es recomendable un drenaje del material purulento para, en un segundo tiempo, proceder a la extirpación completa de la formación quística y de los trayectos fistulosos secundarios si es que existen.
El tratamiento puede incluir terapia con antibióticos y aplicación de cremas depilatorias. Si el quiste no es muy profundo y no se ha extendido demasiado puede bastar con realizar una incisión (si ha supurado y el agujero es aceptable puede omitirse la incisión), realizar curas diarias y tratamiento con antibióticos durante un periodo de tiempo relativamente breve.
Los sinus pilonidales recurren en un 40% de los casos, incluso después de la cirugía.