Pólipos nasales - Diagnóstico y tratamiento

Diagnóstico

Rinofibrolaringoscopia: se pueden observar los pólipos de forma directa con la fibra óptica en el consultorio del otorrino. Se realiza mirando a través de las fosas nasales. Se observan unas masas de aspecto pálido, sonrosado o grisáceo.

La mayoría de las veces los pólipos son bilaterales, es decir, en las dos fosas. Cuando se asocia con secreción mucopurulenta hace sospechar sobreinfección. Una radiografía de los senos paranasales nos permite ver las ocupaciones de los senos y fosas nasales. Un estudio alergológico completo permitirá, en algunos casos ,valorar procesos alérgicos asociados.

El estudio del exudado nasal puede completar la exploración, al permitirnos detectar la presencia de abundantes eosinófilos (también llamada eosinofilia) en la secreción nasal. El TAC permite valorar la extensión de los pólipos. En ocasiones la RMN está indicada para hacer el diagnóstico diferencial con otros procesos nasales. También el cultivo de las secreciones nasales puede ser necesario para identificar la bacteria responsable en caso de que haya una sobreinfección.

Objetivos del tratamiento

Hay distintos grados de poliposis: los casos leves se pueden tratar con medicación exclusivamente. En los casos más avanzados se aconseja la asociación de medicación y cirugía.
Los objetivos del tratamiento son los siguientes:

  • Disminuir el tamaño de los pólipos.
  • Restablecer una correcta respiración nasal.
  • Controlar los síntomas de la rinitis asociada.
  • Recuperar el olfato.
  • Prevenir las recidivas.

Tratamiento médico farmacólogico

El tratamiento médico tiene un alto porcentaje de buenos resultados y consiste en administrar corticoides tópicos nasales de manera regular. Los corticoides por vía oral pueden reducir la masa del pólipo ("polipectomía médica") y ayudar al paciente a recobrar el olfato y el sentido del gusto pero tienen efectos secundarios a tener en cuenta.

Sin embargo, un ciclo corto de corticoides orales administrado días antes de la cirugía nasosinusal, puede ayudar a disminuir el tamaño de los pólipos.

Para que la distribución del corticoide nasal sea lo más homogénea posible a lo largo de la mucosa nasal, el enfermo deberá colocarse hacia delante y con la cabeza baja. Los corticoides en gotas nasales son óptimas para este fin. Los antihistamínicos, vasoconstrictores o cromoglicato disódico han demostrado poco o nulo beneficio. Cuando los pólipos se asocian a alergia es primordial el tratamiento de la misma con medidas de profilaxis (prevención o tratamiento) ambiental, antihistamínicos e incluso en casos seleccionados, tratamiento inmunoterápico (vacunas). Cuando existe una infección nasal asociada se administran antibióticos de amplio espectro. Para favorecer el drenaje de los senos paranasales se deben practicar lavados frecuentes con suero fisiológico o con agua marina.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía se realiza bajo anestesia general en forma ambulatoria y en quirófano (no se realiza en la consulta del otorrino ya que la extirpación no suele ser tan completa, los riesgos de hemorragias son mayores y las recidivas mucho más frecuentes). La intervención suele durar unas 2 horas y el alta se suele dar a las 4 horas. Está indicado fundamentalmente cuando hay una falta de mejoría con el tratamiento corticoideo, en caso de sinusitis frecuentes o una intensa obstrucción nasal.

Los resultados de la cirugía con las técnicas actuales y en manos expertas son buenos. Existe entre un 5 y un 10 % de recidivas, de las que aproximadamente sólo un 1% se tienen que reoperar porque el resto responde muy bien a tratamiento médico. Se aconseja tratamiento corticoideo previo y posterior a la cirugía para evitar estas recurrencias. A través de la endoscopia nasosinusal se puede realizar una extirpación del pólipo, que puede practicarse con rayo láser para disminuir la posibilidad de sangrado: en función de lo que ve a través del endoscopio, el otorrinolaringólogo puede resecar el tejido enfermo que estime oportuno.

Se debe acudir al médico después de la cirugía si las hemorragias son imparables, aparece fiebre o la analgesia prescrita no controla el dolor. Los días posteriores a la operación se aconseja guardar reposo en casa y no trabajar hasta pasados unos 10 días. Después de la cicatrización, se inicia tratamiento con corticoides tópicos: dependiendo del tipo de poliposis, el tratamiento deberá ser permanente o por tandas.

¿Qué riesgos tiene la operación?

La cirugía realizada por un especialista otorrinolaringólogo entrenado, que utiliza tecnología de última generación, presenta los riesgos propios de cualquier cirugía bajo anestesia general. El sangrado nasal es frecuentes en los primeros días del postoperatorio y habitualmente no reviste importancia.

Prevención

Aunque no existe un método real de prevención, los tratamientos de las causas subyacentes pueden ayudar.
El uso de aerosoles nasales, antihistamínicos e inyecciones para alergias puede ayudar a prevenir la aparición de los pólipos obstructivos. El tratamiento médico agresivo de las infecciones sinusales también es útil para prevenir su aparición.

Recidivas de los pólipos

Por lo general después del tratamiento los pólipos no aparecen hasta al cabo de 5 a 10 años. En los casos más complejos la reaparición puede ser más temprana.

Hay pacientes que pueden requerir más de una cirugía. En otros casos después del tratamiento el paciente no vuelve a presentar pólipos. La recuperación del olfato después del tratamiento de la poliposis nasal es muy variable: generalmente después de la primera cirugía el olfato mejora bastante. En los pacientes que requieren varias intervenciones quirúrgicas, el olfato puede no recuperarse completamente.

Saber más

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