Carótida - Síntomas

Definición

Las carótidas son las arterias más voluminosas del cuello. Ellas son los que llevan la sangre al cerebro. No son perfectamente simétricas durante todo el trayecto. La arteria carótida común, o primitiva izquierda, nace de la aorta, a nivel del cayado aórtico, mientras que la carótida común derecha nace del tronco arterial braquio-cefálico que a su vez nace del cayado aórtico. Cada una de las carótidas primitivas se divide en una arteria carótida interna que vasculariza el cerebro, y en una arteria carótida externa que irriga la cara. Su función es transportar el oxígeno al cerebro, estas arterias tienen un papel muy importante. Por lo tanto, en caso de exista una lesión a su nivel o una obstrucción, las células del cerebro pueden sufrir de forma relativamente rápida por falta de oxígeno, lo que puede causar daños irreversibles. La patología más frecuente que encontramos en las arterias carótidas es la estenosis.

Síntomas

En caso de obstrucción completa y repentina de una arteria carótida, a menudo debida a la migración de un coágulo de sangre que bloquea la arteria, los síntomas que encontramos son:

  • hemiplejia, es decir, parálisis de la mitad del cuerpo opuesta a la arteria carótida afectada, que puede afectar a la cara y al miembro superior o a la totalidad del hemicuerpo;
  • trastornos sensitivos en las mismas zonas;
  • trastornos del lenguaje;
  • trastornos de la visión en el lado opuesto de la carótida afectada;
  • a veces, trastornos de la conciencia.

Los síntomas pueden desaparecer espontáneamente en menos de 24 horas (se habla entonces de un ataque isquémico transitorio o AIT) o perdurable (se habla entonces de un accidente cerebrovascular o AVC o isquémicos o AIC).
En caso de estenosis moderada sin obstrucción completa, más a menudo debida a depósitos de colesterol a nivel de la parte interna de la membrana de la arteria, generalmente hay pocos síntomas, y la estenosis se descubre en el marco de la vigilancia a los pacientes con riesgos cardiovasculares.

Diagnóstico

En el caso de una obstrucción brutal el diagnóstico es clínico y se debe practicar un escáner cerebral con urgencia delante de estos signos. Una RMN se efectúa a veces, así como una angiografía por resonancia magnética cervical que permitirá mostrar la oclusión en la arteria. Muy a menudo, una ecografía Doppler de los troncos supra aórticos permitirá localizar la lesión, y el tratamiento debe ser administrado con urgencia, a menudo antes de estos exámenes. Otros exámenes se practicarán a distancia para buscar la causa de la estenosis, como un electrocardiograma y particularmente una ecografía cardíaca.
En el caso de un descubrimiento fortuito, es la ecografía Doppler la que proporciona el diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento del AVC es una emergencia y requiere medidas de apoyo con hospitalización y control de los signos vitales y el nivel de conciencia del individuo. El tratamiento inicial se basa en un tratamiento a base de aspirina . En algunos casos, es posible realizar una terapia trombolítica para destruir el coágulo. En el caso de un descubrimiento de estenosis carotídea sin AVC, son posibles dos tratamientos: o bien la endarterectomía que implica la eliminación de la placa que está involucrada, o una angioplastia con un stent que mantendrá la arteria dilatada. Este tratamiento se lleva a cabo tan pronto como sea posible en el trayecto de la carótida.

Prevención

Para prevenir la aparición de la aterosclerosis en las arterias o una estenosis por la migración de un coágulo, se deben reducir al mínimo los factores de riesgo cardiovasculares. Para ello, es necesario una dieta equilibrada que no sea demasiado rica en grasas animales y lípidos. Además, hay que limitar el consumo de alcohol, dejar de fumar, mantener una actividad deportiva al menos 30 minutos 3 veces por semana, luchar contra el sobrepeso y estar bien controlado en caso de hipertensión, diabetes o colesterol demasiado alto.

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