La tos ferina es una enfermedad respiratoria causada por una bacteria: la Bordetella pertussis, también llamada bacilo de Bordet y Gengou. Los casos de tos ferina son escasos en Francia debido a las campañas de vacunación. La tos ferina es una enfermedad particularmente peligrosa para los bebés no vacunados, pero también puede afectar a los adultos que no tienen las vacunas al día. Es una enfermedad infecciosa muy contagiosa. La contaminación se produce sólo entre los seres humanos.
El período de incubación (período entre el momento de la infección y la aparición de los síntomas) dura un promedio de 10 días. Los primeros síntomas son similares a los de un simple resfriado con rinitis, tos seca en especial de noche y fiebre leve. Después de estos diez días de esta fase llamada fase catarral la enfermedad entra en su fase decisiva, con el inicio de accesos de tos característicos que aumentan gradualmente en intensidad y frecuencia. El esquema de un acceso de tos es bastante típico: período de agitación y inspiración profunda seguida por convulsiones de tos, hasta 20 veces seguidas en un niño. Da la impresión de que el paciente se va a asfixiar, después viene una gran inspiración ruidosa parecida a un silbido (de ahí el nombre de la tos ferina). La repetición de varias de estas secuencias define el acceso tusígeno.
El diagnóstico se realiza mediante la descripción de los padres de los episodios de tos y el contexto: detectamos la ausencia de vacunación y el contacto en el mes anterior con otra persona sospechosa de padecer tos ferina. Después de un examen clínico se practica un análisis de sangre donde se encuentra un aumento de los linfocitos (es un elemento que confirma el diagnóstico). A veces, se realizan análisis de esputos o una búsqueda por amplificación génica o PCR.
En los bebés menores de 6 meses, la enfermedad puede causar un distress respiratoria y ser mortal. Se recomienda la hospitalización con aislamiento y el tratamiento antibiótico con un macrólido para evitar el contagio. En otros casos, el tratamiento implica la toma de antibióticos orales y el niño debe permanecer en casa sin ir al colegio al menos durante una semana. La actualización de las vacunas es también necesaria. El estado de vacunación del entorno de los pacientes también debe ser revisado y en caso de duda se recomienda el tratamiento con antibióticos, así como la actualización de las vacunas.
En la prevención es importante la vacunación de los lactantes. Un calendario de vacunación se introdujo en Francia con el fin de prevenir este tipo de enfermedades. La vacuna de la tos ferina se administra a los 2, 3 y 4 meses seguida de refuerzos sistemáticos a los 18 meses y a los 11-12 años.