La Helicobacter pylori (H. pylori) es la bacteria (microbio) responsable de causar la mayoría de las úlceras duodenales y gástricas y muchos casos de inflamación del estómago (gastritis crónica). Existen varios métodos para analizar la infección por H. pylori: la prueba del aliento (prueba del aliento con urea marcada con un isótopo de carbono) es uno de ellos.
Otros nombres alternativos con los que se conoce esta prueba son el Test de la 13C-urea y el test para Helicobacter pylori.
Dos semanas antes del examen no se deben tomar antibióticos, medicamentos que contengan bismuto (como el Pepto-Bismol) e inhibidores de la bomba de protones (IBP).
Durante el examen, el paciente se traga una sustancia especial que contiene urea. La urea es un producto de desecho que el cuerpo produce a medida que descompone la proteína. La urea utilizada en este examen ha sido convertida en radiactiva pero inocua.
Si el Helicobacter pylori está presente, las bacterias convierten la urea en dióxido de carbono, el cual se detecta y se registra en su respiración exhalada después de 10 minutos.
Este examen puede identificar a casi todas las personas que tienen H. pylori . También se puede emplear para confirmar que la infección por dicha bacteria haya sido tratada por completo.
Es una bacteria muy extendida. Su infección se adquiere habitualmente en la infancia. Se calcula que el 30-80% de la población adulta está infectada. Aunque el Helicobacter pylorii no produce, por sí misma, ningún síntoma digestivo sí que desempeña un papel fundamental en la origen de diversas enfermedades gástricas como la úlcera péptica y la gastritis crónica. También parece ser un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de estómago.
Existen diversas técnicas para diagnosticar la presencia del Helicobacter pylorii y para valorar su erradicación después de haber realizado un tratamiento adecuado. Una de las pruebas más utilizadas es el test de aliento con 13C-urea. Se basa en la capacidad del Helicobacter pylori para transformar la urea. Para realizar la prueba se administra una solución con urea marcada con un isótopo no radioactivo: el carbono 13. En presencia del Helicobacter pylorii la urea marcada es transformada en dióxido de carbono (CO2) y amoníaco (NH3). El CO2 marcado se absorbe, pasa a la sangre y es eliminado en forma de aire espirado a través de los pulmones.
Mediante aparatos especialmente diseñados se puede detectar el CO2 marcado en el aire espirado y confirmar la presencia de la bacteria.
Mientras se está realizando la prueba, el paciente estará sentado. En una primera fase se realiza una determinación basal, en la que deberá soplar de forma continua en el interior del contenedor de muestras, que será cerrado inmediatamente. Posteriormente se le suministra la solución de prueba, generalmente con sabor a limón, que contiene 13C-urea. Después de la ingestión, el paciente se enjuagará la boca varias veces con agua con el fin de eliminar cualquier resto de la solución. El paciente cambiará de posición, se colocará del lado izquierdo durante 5 minutos y posteriormente permanecerá sentado hasta el segundo muestreo. Transcurridos 20 minutos se recogerá la segunda muestra respiratoria.
Las muestras pueden ser analizadas inmediatamente o bien ser remitidas al laboratorio de referencia para su análisis. Tras la prueba el paciente puede regresar a su domicilio.
El paciente debe estar en ayunas durante las 8 horas previas a la prueba. Debe informar al médico de la medicación habitual que consume. En caso de consumir antiácidos es necesario interrumpir dos semanas antes aquellos que corresponden al grupo de los IBP (Omeprazol, Lansoprazol, Esomeprazol, Pantoprazol). En caso estar en tratamiento con antibióticos no se debe realizar la prueba hasta al cabo de un mes tras finalizar el tratamiento.
El test del aliento es totalmente indoloro y no provoca molestias. Se trata de una prueba segura que utiliza un isótopo de carbono natural, no radioactivo, por lo que puede ser repetida, incluso en mujeres embarazadas. En menos del 0,1% de los casos puede presentarse distensión abdominal, diarrea y malestar. No contiene contraindicaciones.
No está claro que este test esté indicado en todos los pacientes con dispepsia. Puede ser recomendable realizar el estudio en los pacientes con síndrome ulceroso o historia de úlcera sin tratamiento previo, para confirmar la erradicación del H. pylorii en pacientes tratados con antecedentes o presencia de úlcera, para confirmar la erradicación del H. pylori en pacientes con tratamiento antisecretor crónico y persistencia de síntomas. También en los pacientes ya tratados en los que reaparezcan los síntomas y como confirmación de la erradicación del Helicobacter al menos 4 semanas después de finalizado el tratamiento antibiótico.