Las leucemias son enfermedades malignas de la sangre, cancerosas, caracterizadas por la multiplicación anormal a nivel de la médula ósea de las células fabricadas a su nivel. La leucemia linfocítica crónica corresponde a una proliferación descontrolada de tejido linfoide en la base de la producción de glóbulos blancos, células que aseguran el sistema inmunitario del organismo. A diferencia de la leucemia aguda las células linfoides generadas son maduras y no se han bloqueado en la fase de blastos (células inmaduras). Poco a poco van a invadir la sangre. La leucemia linfocítica crónica afecta principalmente a personas mayores de 60 años, con más frecuencia a los hombres.
Los síntomas de la leucemia linfocítica crónica son:
La proliferación de estas células impide, en etapas avanzadas, tener una cantidad normal de los otros constituyentes de la sangre, lo que puede provocar:
El diagnóstico se sospecha a menudo por casualidad al realizar un análisis de sangre que muestra anomalías en el hemograma:
El tratamiento lo asumen los especialistas y se decidirá caso por caso. Generalmente, se utiliza una quimioterapia con varias moléculas, solas o asociadas. Están en estudio técnicas de trasplante de células madre hematopoyéticas, células de la médula ósea que provienen de un donante que no está enfermo.