Es una disminución en los glóbulos rojos que ocurre cuando los intestinos no pueden absorber de forma correcta la vitamina B12.
Esta vitamina se obtiene del consumo de alimentos como carne de res, carne de aves, mariscos, huevos y productos lácteos.
¿Por qué se produce la falta de la Vitamina B12? El factor intrínseco
La causa responsable de esta falta de Vitamina B12 es el déficit del factor intrínseco o FI que es una proteína producida por las células de la mucosa del estómago cuyo fin es transportarla hasta el íleon para su posterior absorción.
Una proteína especial, llamada factor intrínseco, ayuda a los intestinos a absorber la vitamina B12.
Esta proteína es secretada por células en el estómago.
Cuando el estómago no produce suficiente factor intrínseco, el intestino no puede absorber apropiadamente la vitamina B12.
Su prevalencia se sitúa alrededor del 2% en mayores de 60 años y es infrecuente antes de esa edad.
También se conoce como enfermedad de Biermer o anemia de Addison.
En el 90% de los casos se relaciona con la presencia de anticuerpos anticélulas parietales, productoras del Factor Intrínseco, y en otras ocasiones se relaciona con anticuerpos dirigidos directamente contra el propio FI.
Existe un tipo de AP juvenil que aparece en niños menores de 10 años como consecuencia de un defecto genético, y por tanto, hereditario: se acompaña de atrofia gástrica, aclorhidria y anticuerpos contra FI en el suero, aunque no suelen aparecer anticuerpos contra células parietales.
Síntomas
Es posible que algunas personas no tengan síntomas o que pueden ser leves
Diarrea o estreñimiento.
Fatiga, falta de energía o mareo al pararse o hacer esfuerzo.
Falta de apetito.
Piel pálida.
Problemas de concentración.
Dificultad para respirar, sobre todo durante el ejercicio.
Si los niveles bajos de vitamina B12 persisten durante un largo período de tiempo se puede dañar el sistema nervioso: en estos casos los síntomas pueden abarcar:
Confusión.
Depresión.
Pérdida del equilibrio.
Entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies.
Pruebas y exámenes
Nivel en sangre de la vitamina B12.
Exámen de médula ósea (sólo es necesario si el diagnóstico no está claro).
Hemograma completo.
Conteo de reticulocitos.
Examen de Schilling.
Deshidrogenasa láctica.
Nivel del ácido metilmalónico (AMM).
¿Origen en relación con la infección por Helicobacter pylori?
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