Cymbalta es un medicamento utilizado para tratar la ansiedad, la depresión y los dolores neuropáticos diabéticos. Es comercializada en forma de capsulas y es administrada por vía oral.
Cymbalta es indicada en los adultos que sufren de ansiedad y de episodios depresivos severos. Es también administrada en los pacientes que sufren de dolores neuropáticos diabéticos. En caso de depresión, se recomienda una dosis inicial de 60 mg al día y los resultados son obtenidos generalmente después de 2, 3 o 4 semanas. En el tratamiento de la ansiedad, la dosis recomendada es de 30 mg al día.
En el marco de los dolores neuropáticos diabéticos, se recomienda una toma de 60 mg al día y el tratamiento es evaluado al cabo de 2 meses.
Cymbalta es contraindicada en los pacientes hipersensibles a su ingrediente activo o a otra sustancia presente en su composición, en las personas afectadas de insuficiencia hepática o renal severa y en las que tienen una presión arterial elevada y mal controlada.
Cymbalta no debe ser administrada en asociación con los inhibidores de la monoaminooxidasa, el ciprofloxacino, la enoxacina o la fluvoxamina.
Los principales efectos secundarios asociados con Cymbalta son las náuseas, cefaleas, somnolencia, vértigos y sequedad bucal. En ciertos casos, este medicamento puede también provocar una pérdida de apetito, trastornos del sueño (insomnio), una baja de la libido, problemas de erección, temblores, problemas visuales, acufenos, palpitaciones, estreñimiento, diarrea, vómitos y dolores diversos (abdominales, óseos y articulares).
Las personas que toman Cymbalta deben ser particularmente cuidadosos si conducen una máquina o un vehículo por los efectos sedativos y los vértigos asociados con este medicamento.