La menopausia es un proceso fisiológico natural que ocurre en todas las mujeres que han menstruado. La menopausia significa la desaparición definitiva de la menstruación.
La cistitis es una inflamación urinaria común que corresponde a una infección de la vejiga. Los episodios de cistitis son benignos, pero pueden presentar complicaciones cuando:
Una de cada dos mujeres padece uno o más episodios de cistitis a lo largo de su vida. La disminución del nivel de estrógenos puede producir que la vejiga sea más propenso a las infecciones urinarias.
Por lo general, las bacterias que provocan esta infección son de origen intestinal, como las Escherichia coli, que están presentes en gran número en el intestino. Otra explicación de la aparición de infecciones urinarias es la proximidad de las vías urinarias al ano y a la vagina.
Los síntomas de la cistitis aparecen repentinamente. Producen una necesidad frecuente de miccionar durante todo el día, aunque en algunas ocasiones la persona logra solamente miccionar unas cuantas gotas (polaquiuria).
La menopausia es un periodo en la vida de una mujer que puede propiciar la aparición de síntomas de la incontinencia urinaria. Los síntomas de incontinencia urinaria aparecen cuando disminuye el nivel de estrógenos que permiten mantener el tono muscular del periné.
Los flujos de orina aparecen habitualmente durante la práctica de una actividad física. Los flujos de orina también pueden aparecer al estornudar o toser.
La incontinencia urinaria aparece cuando las micciones se vuelven cada vez más frecuentes y cuando las contracciones de la vejiga se vuelven incontrolables. En algunas ocasiones, es imposible retener los flujos de orina. La incontinencia urinaria puede perturbar la vida cotidiana.
La incontinencia urinaria, que puede ser mínimo o bastante, es aún un tema tabú que las mujeres no se atreven a abordar. Sin embargo, existen soluciones que pueden ayudar a las mujeres a superar estas dificultades.
Existen varios tratamientos para la incontinencia urinaria: reeducación del periné, tratamiento médico o una intervención quirúrgica, en casos de situaciones más dolorosas.
Es preferible evitar ejercicios para los abdominales y los glúteos, que pueden agravar la incontinencia urinaria.