Reconocer los síntomas alérgicos que necesitan de la consulta de un alergólogo podría hacer ganar mucho tiempo a los padres de un niño alérgico; de esta forma el diagnóstico se efectuaría antes y podría instaurarse un tratamiento apropiado que evitaría la agravación de los síntomas.
Una rinitis crónica que evoluciona desde varios meses o varios años. Una rinitis polínica con tendencia a agravarse cada año. Para saber más consultar el capítulo "La rinitis y la conjuntivitis alérgica"
Episodios de rinofaringitis frecuentes con necesidad de recurrir frecuentemente a los antibióticos.
Episodios de bronquiolitis y bronquitis crónica. Un niño que presenta al menos tres bronquiolitis y episodios de silbidos al respirar, también llamada « bronquitis con silbidos » o « bronquitis en forma de asma ».
Episodios de tos que se agravan después de hacer esfuerzos.
Más del 80% de las causas del asma en los niños son de origen alérgico.
La presencia de un eczema rebelde a los tratamientos habituales.
La aparición de una urticaria, de molestias respiratorias o de un edema de Quincke puede suceder después de comer determinados alimentos.
Episodios de conjuntivitis crónica.
Reacciones violentas después de la picadura de una avispa, abeja o abejorro...
Para saber más consultar el capítulo "El edema de Quincke y el shock anafiláctico"
Para saber más consultar el capítulo "Alergias alimentarias"
Para saber más consultar el capítulo "Alergia al latex"
Para saber más consultar el capítulo "Alergia a medicamentos"
La cronicidad de las manifestaciones descritas ( rinitis, rinofaringitis, tos, bronquitis, asma, conjuntivitis, eczema, urticaria...) que evolucionan desde hace varios meses o incluso varios años, nos previene de la necesidad de consultar con un especialista en alergología, especialmente si existen antecedentes de uno o más familiares que hayan sufrido síntomas alérgicos.