La alergia a la gramíneas forma parte de las alergias agrupadas bajo el término de alergias a los pólenes y se presenta como una inflamación de la mucosa de la nariz (rinitis) estacional. En general aparece en primavera, en marzo o en abril o de mayo hasta julio, dependiendo del polen presente y de las gramineas que crecen en estos períodos. También se les conoce en el lenguaje común como la fiebre del heno .
En presencia de estos alergenos, el sistema inmunitario de la persona alérgica reacciona mediante la liberación de histamina, una variedad de hormona que será responsable de la aparición de una inflamación, sobretodo a nivel de la nariz.
La alergia a las gramíneas causa una variedad de síntomas claramente definidos:
Si la alergia es importante, es posible que cause manifestaciones severas tales como asma y hasta shock anafiláctico (problemas circulatorios secundarios a la reacción alérgica grave).
El diagnóstico de una alergia a las gramíneas se basa en la historia clínica, el examen médico del paciente y de la búsqueda de antecedentes personales o familiares de alergias. El médico o alergólogo (que es un médico que se especializa en el tratamiento de las alergias) busca los síntomas ORL que afectan a la nariz, las orejas, la boca, inflamación de los ojos o la piel.
Hay también pruebas cutáneas (o prick tests ) que pueden detectar los alergenos que están implicados. Son particularmente positivas en pacientes entre 15 y 25 años.
Para el tratamiento de la alergia ante todo se debe hacer todo lo posible para evitar el contacto con el alérgeno responsable (algo difícil con la alergia a las gramíneas)
Por otra parte, se tratan los síntomas con:
También podemos proceder un tratamiento con desensibilización para acostumbrar progresivamente al cuerpo a los alergeno de las gramíneas. Se inyecta bajo la piel a dosis crecientes durante varios meses o años, una solución que contiene la sustancia identificada como alergénico. El cuerpo aprende a desarrollar una respuesta apropiada a la presencia de estos alergenos.
Algunos consejos útiles pueden ayudar a reducir la alergia a las gramíneas. Lo mas importante es evitar al máximo el alérgeno. Si no es posible permanecer enclaustrado en su casa, es aconsejable no abrir las ventanas cuando hace viento (que trasporta el polen). Lo mismo debe hacerse si se viaja en coche por el campo durante la época polínica.