La salmonelosis es el conjunto de enfermedades infecciosas causadas por bacterias del género Salmonella. Las salmonelas son unas bacterias que se acumulan al nivel del sistema digestivo y que pueden provocar, en la inmensa mayoría de los casos, infecciones generalizadas o septicemias. Las bacterias mayoritariamente se transmiten al hombre a través de alimentos contaminados (crustáceos, vegetales) o por contacto con las heces o ropa contaninada. Hay diferentes tipos de Salmonella: la Salmonella typhi (responsable de la fiebre tifoidea), la Salmonella entérica (muy frecuente en la intoxicación alimentaria) y la Salmonella paratyphi, que participa en estos dos tipos de afecciones. Generalmente, la infección se manifiesta como una gastroenteritis importante y febril, que evoluciona durante unos 15 días y después los síntomas van disminuyendo progresivamente.
Las manifestaciones más comunes de la salmonelosis, después de un período de una a dos semanas sin síntomas mientras la bacteria crece a lo largo de su paso por el intestino, son los siguientes:
Para hacer el diagnóstico, la indicación de un viaje reciente a países tropicales y al norte de África puede ser evocador. En un análisis de sangre con estudio de los marcadores de infección detectaremos de manera casi siempre aislada un aumento de la proteína C reactiva (PRC). Un hemocultivo o cultivo de sangre, permitirá encontrar el germen responsable. Una serología positiva efectuada sobre muestras de sangre también orientará el diagnóstico.
El tratamiento de la salmonelosis necesita de la administración de antibióticos. Mientras tanto, el paciente debe estar aislado para evitar la transmisión y los familiares deben ser examinados y tratados si es necesario. El control de cultivos de sangre después del tratamiento es necesario para asegurar la curación. Además, la notificación de la enfermedad a la Agencia Regional de Salud es obligatoria.
Para evitar la salmonellosis se debe evitar el agua no tratada y los alimentos dudosos no deben ser consumidos, especialmente en las zonas en riesgo. El Instituto de Vigilancia de la Salud en Francia verifica las buenas condiciones de preparación y de conservación de los alimentos. Además existe una vacuna preventiva contra algunos de estos gérmenes y que protege durante tres años. Se recomienda su administración antes de efectuar viajes a ciertas zonas del mundo.