La
insuficiencia hepática, la
hipertensión portal y el
cáncer del
hígado son las principales complicaciones del cáncer del hígado.
Insuficiencia hepática
La insuficiencia hepática aparece cuando más del 75 % del hígado es destruido. Síntomas de la insuficiencia hepática:
La hipertensión portal y las hemorragias digestivas
La hipertensión portal provoca una circulación colateral subcutánea abdominal, un aumento de volumen del
bazo (
esplenomegalia) y
hemorragias digestivas provocadas principalmente por una rotura de
varices esofágicos. También provoca una disminución de los
glóbulos blancos y de las
plaquetas.
Edema y ascitis
La hiperpresión provoca una fuga de suero sanguíneo a través de las paredes de los vasos, en la cavidad abdominal y los miembros inferiores provocando
edemas o una
ascitis.
Las varices esofágicas
También aparecen varices, provocadas por la dilatación de las venas. El diagnóstico de
varices esofágicas se efectúa mediante una
fibroscopia. Las varices pueden romperse y provocar hemorragias. La prescripción de
betabloqueadores sin especificidad cardíaca, que disminuyen la presión portal, es una medida de prevención que evita la rotura de varices esofágicas.
El cáncer del hígado
En una
cirrosis, el riesgo de desarrollar un cáncer del hígado es del 3 al 5 % cada año. Un control regular es indispensable mediante una
ecografía del hígado y un
análisis sanguíneo del
alfa-fetoproteína (
AFP), según el caso, cada tres a seis meses.
Estadísticas del cáncer del hígado
El cáncer del hígado es uno de los
cánceres más frecuentes. El cáncer del hígado afecta sobre todo a los hombres en el 79 % de los casos. La edad media al hacer el diagnóstico es de 63 años.
Tratamiento del cáncer del hígado
El
trasplante hepático o
injerto del hígado: el trasplante hepático representa el principal tratamiento de cáncer del hígado en ciertos casos específicos. La
cirugía: cuando el trasplante hepático es imposible, una
intervención quirúrgica puede ser realizada.
La alcoholización o la destrucción por radio frecuencia: cuando la cirugía o el trasplante hepático no son indicados, otros tratamientos pueden ser propuestos. La alcoholización o la destrucción por radiofrecuencia, son las técnicas más recientes que permiten una destrucción más específica del
tumor. La quimioterapia por embolización: se efectúa introduciendo un medicamento en las
arterias del hígado suprimiendo el aporte sanguíneo del tumor.
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